El tema de reajuste en las tarifas de agua potable ha sido el punto de quiebre para que la crisis institucional en EMSA Puno se agrave. Tras la renuncia del presidente del directorio, la situación es incierta. Para nadie es un secreto que de por medio hubo cierto matiz político; por un lado el alcalde Luis Butrón y por el otro lado los dirigentes. Ahora la consigna de lucha cambió radicalmente, el anunciado paro del 25 y 26 de noviembre será contra la SUNASS.

En medio de cuestionamientos y presión política, ayer renunció irrevocablemente Rogelio Florez Franco a la presidencia del directorio de la Empresa Municipal de Saneamiento Básico – EMSA Puno, pero el problema del incremento de tarifas de agua persiste.

"El alcalde Luis Butrón dijo donde manda capitán no manda marinero y se va del barco, entonces yo me voy del barco", respondió Florez Franco, muy molesto contra las presiones de orden político de parte del presidente de la junta de accionistas de la referida Empresa Prestadora de Servicios (EPS).

Su renuncia la hizo en la Plaza de Armas de Puno, durante un acto de presentación de nuevas maquinarias donadas, en la que levantó su brazo derecho y mostró su carta de renuncia ante los trabajadores de EMSA Puno.

Luego se dirigió al palacio municipal para presentar el documento ante secretaría de alcaldía, "aquí las cosas se quieren manejar políticamente, cómo es posible que el señor Juan Monzón, haya boicoteado la conferencia de prensa de la SUNASS", refirió mientras caminaba.

Explicó que su renuncia básicamente obedece a presiones políticas, "yo no puedo dejar sin efecto el reajuste tarifario, si lo haría me ganaría un proceso legal y sanción económica para la empresa", aclaró Rogelio Florez, quien perdió toda la confianza depositada de parte la junta de accionistas.

"Ahora le dejo al señor alcalde que vea por conveniente cómo saldar los proyectos propuestos para mejorar el servicio de agua potable y para eso se hizo el reajuste tarifario", señaló finalmente Rogelio Florez Franco.

BOICOT A LA CONFERENCIA

Para las 9 de la mañana de ayer, los funcionarios de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS), convocaron a una conferencia de prensa para esclarecer puntos sobre los cuestionamientos al reajuste de tarifas de agua potable.

Entre las reiteradas justificaciones, José Luis Patiño, gerente de Usuarios de la SUNASS, informó que en los 12 últimos años, no hubo reajuste de tarifas de agua y para mejorar el servicio se ha sincerado los costos según un estudio realizado para financiar un plan de inversión por un monto de 16 millones.

En tal sentido, dijo que ante el descontento social, se hará la refacturación previa verificación a más de 700 usuarios que consumieron más 25 metros cúbicos durante el mes de octubre; además de la reducción de la asignación máxima de consumo de la categoría doméstica de 16 a 13 metros cúbicos, en zonas donde hay restricción de servicio, que en este caso comprende a 11 barrios.

"No es posible la reducción de tarifas, los plazos establecidos por ley ya vencieron, ni el alcalde, ni el directorio de EMSA Puno, pueden fijar nuevas tarifas; si eso ocurre, habrá intervención...", exhortó Patiño.

Dijo que el alcalde Butrón se dejó llevar por desinformación y actuó políticamente para emitir el pronunciamiento de dejar sin efecto la nueva estructura tarifaria.

En eso los dirigentes y un grupo de trabajadores municipales, encabezados por el secretario general de la comuna puneña Juan Monzón Granda, irrumpieron con gritos de rechazo, a viva voz corearon "fuera", "fuera", "fuera"..., Patiño, tuvo que abandonar el local del Hotel Conde de Lemus.

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