En la rapidez con la que nos movemos todos los días: horarios de  trabajo, las compras y la comida, el colegio de los chicos, las reuniones de familia entre tantas cosas más es probable que pasemos en transparencia aquello que nos está pasando en nuestro mundo interior. Muchas veces, las emociones ante alguna situación externa pasan por alto y ni nos damos cuenta de la importancia de identificarlas y gestionarlas para sentirnos mejor con nosotros mismos.

En cada momento y espacio de nuestra vida, surgen emociones las cuales pueden abrir posibilidades de acción o dejarnos inmovilizados. El coaching ontologico puede arrojar luz y dar un gran aporte al respeto; ya que su premisa es el ser: el engranaje entre cuerpo, lenguaje y emoción.

En el coaching organizacional puede trabajar las emociones para gestionar equipos de trabajo enfocados en los objetivos

Es de suma importancia reconocer cada una de nuestras emociones para estar en coherencia entre lo que pensamos, sentimos y decimos; focalizar en ese momento que se dispara cualquiera de ellas para entender que; vienen a decirnos algo. Escucharlas y prestarle atención permite reconocer juicios y creencias que las disparan y comenzar un trabajo de gestión de las emociones.

¿Cuándo estamos en el trabajo y nos sucede algo que no nos gusta, identificamos que emoción  aparece? Ser concientes es un trabajo que puede para comenzar con un ejercicio de identificación tomándonos 5 minutos diarios, ya que en ocasiones estamos más enfocados a emociones “negativas” que cierran las posibilidades de ser, como el enojo, la ira, la frustración, la rabia.

El coaching ontologico puede arrojar luz y dar un gran aporte al respeto; ya que su premisa es el ser: el engranaje entre cuerpo, lenguaje y emoción

En el Coaching organizacional puede trabajar las emociones para gestionar equipos de trabajo enfocados en los objetivos.