Cuando una mujer decide practicarse unainterrupcion de embarazo,  muy seguramente no quiere permitir el feliz término de este embarazo porque no estaba dentro de sus planes presentes. Aunque una mujer responsablemente puede lograr controlar su reproducción, muchas son las razones por las cuales pretenda abortar. 

Un embarazo no deseado puede ser provocado por falta de protección, ignorancia, irresponsabilidad, violación, abuso sistemático, e incluso, inseminación no consentida. Por estas razones, generalmente las más comunes, una mujer no está deseosa de ser madre, así que está en libertad de buscar una solución. Y legalmente lo puede hacer. Una interrupción del embarazo puede colaborar en revertir esta situación, sin exponerse a una solución clandestina o a procedimientos que atetan contra la vida misma de la mujer.

Cuando se habla de estadísticas de embarazo no deseado,  las cifras dejan frío a cualquiera. Además que si seguimos analizando las cifras, son en más de un 85% embarazos de adolescentes, que oscilan entre los 11 a los 16 años. Casos tan alarmantes, en los que se debe practicar una cesárea a las niñas, para resguardar su vida, ya que su cuerpo aún inmaduro, no está acondicionado para soportar un parto normal.

La sociedad no puede condenar a que todas estas niñas terminen casadas a la fuerza, a convertirse en madres sin estudios y condenadas a ser empleadas de casas o en servicios informales, con los cuales nunca saldrá adelante, ni mucho menos le aportará un buen futuro a su hijo.

Sumado a estas condiciones, la mayoría de los padres se despreocupan de las situaciones económica, moral y emocionalmente de sus hijos, dejando todo el peso de la responsabilidad a la que todavía es una niña. Estos casos llegan a ser aberrantes, cada vez que las niñas han sido abusadas por sus propios familiares, sistemáticamente utilizadas como objetos y que además quedan pagando con su vida los vejámenes de los que se dicen querer.

En estos días, son menos las mujeres que quedan en embarazo, gracias a los múltiples métodos de anticoncepción y su facilidad de adquirirlos. Las droguerías, la información en los colegios y medios como el internet, son una ventaja para promocionar estos métodos de anticoncepción. Pero así como las mujeres adultas ya manejan más responsablemente su sexualidad, ahora se evidencia la vulnerabilidad de las niñas que son abusadas y violadas.

Ante estas situaciones, las adolescentes se han visto abocadas a solucionar su problema ante métodos clandestinos de aborto, muchos de los cuales han traído lamentables consecuencias como la perdida de la facultad de poder concebir nuevamente, otras consecuencias fisiológicas e incluso, una cifra muy importante en cuanto a mortalidad de niñas que se practican un aborto ilegal y mueres desangradas o son pacientes de severas infecciones.

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