Síntomas de un ataque de nervios

Sufrir un ataque de nervios es un problema que seguramente más de uno hayamos sufrido a lo largo de nuestra vida. Esto se puede producir por situaciones que nos alteren o nos saquen de nuestra zona de confort. Ya sean problemas familiares, de pareja, pérdidas de un ser querido o  agobio en el trabajo. Una situación estresante ya sea repentina y puntual o prolongada en el tiempo. Cada persona tiene un disparador diferente que puede provocar un ataque de nervios.

Un ataque de nervios o crisis nerviosa suele suceder cuando nuestro cuerpo supera los niveles de nerviosismo base produciendo sustancias en tu organismo que hacen que te alteres y sufras diferentes síntomas. Incluso personas que no padezcan ningún tipo de problema mental. Personas que estén bien psicológicamente pueden llegar a sufrir sufrir un ataque de nervios o ansiedad.

El sueño y el apetito suelen ser un blanco fácil cuando experimentamos ansiedad

Los 5 síntomas de un ataque de nervios

• Dificultad para respirar. Quizá sea uno de los signos más comunes que podemos observar al sufrir un ataque de nervios. Por regla general hace que tengamos palpitaciones muy rápidas y sintamos una sensación de ahogo que hace que tengamos dificultad para respirar.

• Dolor de cabeza y estómago. Seguramente hayáis oído hablar la expresión “ se te han agarrado los nervios al estómago”. Eso puede ser debido a un ataque de nervios. Estos problemas suelen localizarse muchas veces en el estómago o manifestarse en dolores de cabeza.

• Problemas de apetito. Esto suele suceder cuando se altera el cortisol, que es la hormona del estrés que hace entre otras muchas cosas que aumentemos o disminuyamos nuestras ganas de comer. Habrá situaciones en las que debido a un ataque de nervios tengas muchas ganas de comer, mientras que en otras pierdas totalmente el apetito.

• Problemas de sueño. Muchas veces dormir demasiado es una vía de escape para aquellos que tienen problemas de ansiedad. También se puede dar el caso que no tengamos sueño y pasemos las noches sin dormir con un alto nivel de nerviosismo.

• La fatiga extrema puede ser otro síntoma del estrés y los ataques de nervios. Incluso puede suceder que perdamos fuerza en nuestro cuerpo y nos sintamos más débiles.

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