Dos sacerdotes polacos y uno italiano, asesinados en 1991 por el grupo maoísta Sendero Luminoso, fueron beatificados el sábado por un enviado del Papa Francisco en Perú, el cardenal Angelo Amato.

Los religiosos franciscanos polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, fueron apresados y asesinados el 9 de agosto de 1991, mientras el padre Sandro Dordi, cura italiano de la diócesis de Bérgamo, Italia, fue muerto por senderistas el 25 de agosto del mismo año.

En una ceremonia religiosa en el estadio Centenario de la ciudad de Chimbote, región Ancash (noreste), a la que acudieron unas 20.000 personas, el cardenal Angelo Amato leyó la carta apostólica firmada por el papa Francisco que declaraba beatos a los religiosos, según imágenes de la televisión.

Cientos de globos blancos y amarillos, colores del Vaticano, se soltaron al aire en honor a los mártires, mientras que ciudadanos polacos, peruanos y de otras nacionalidades celebraron emocionados.

Luego un grupo de fieles develó una placa conmemorativa con la imagen de los mártires y se leyó una pequeña reseña biográfica de los sacerdotes, así como una narración de los hechos que vivieron.

A la ceremonia asistieron unos 300 sacerdotes, unos 60 obispos entre peruanos, polacos, italianos y bolivianos, así como el presidente de la Conferencia Episcopal, Nuncio Apostólico, el ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, y feligresía en general.

El Cardenal Juan Luis Cipriani dijo a RPP desde Roma que "para la iglesia en el Perú es un motivo de gozo saber que delante de Dios estos tres hermanos nuestros entregaron la vida por la fe y con ese amor tan grande a la iglesia?.

Sendero Luminoso, de origen maoísta, fue responsabilizada de desatar una guerra interna en Perú, que entre 1980 y 2000 dejó unos 69.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Aunque la mayoría de sus líderes están presos, el grupo sigue causando zozobra en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), una franja de ceja de selva que se extiende por varias regiones del país.

El gobierno peruano admite que la guerrilla maoísta no está exterminada, que cuenta actualmente con unos 350 integrantes, de los cuales unos 80 están armados.