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El gobierno boliviano recuperó un ídolo preincaico que perteneció al complejo religioso de Tiwanaku hasta fines del siglo XIX y se encontraba expuesto en el Museo Nacional de Berna, Suiza.
El diosecillo indígena antropomorfo "Illa Ekeko", esculpido en roca entre el año 200 a.C. y 200 d.C., tiene una altura de 15 centímetros y lleva el nombre del dios indígena de la abundancia (Ekeko), venerado en la región andina cada 24 de enero para pedir por la multiplicación de los bienes.
"Illa" es una voz aymara que identifica a algún objeto que se guarda, con la creencia de que es un amuleto o talismán.
"Hemos convocado hoy para anunciar al pueblo boliviano el retorno del Ekeko", dijo el presidente Evo Morales en una declaración de prensa en la casona presidencial.
"Agradecemos al gobierno de Suiza por las gestiones" para la devolución. "Llegó el día del retorno del Ekeko a Bolivia", dijo el mandatario.
Los ministerios de Relaciones Exteriores y de Cultura iniciaron las gestiones hace tres años tras versiones de que en el Museo de Berna existía un patrimonio preincaico de Bolivia.
El diosecillo "fue robado de Tiwanaku por el suizo Mojan Jacob von Tschudi en 1858 y vendido en 1929 al Museo Nacional de Berna", según el Ministerio de Cultura boliviano.
Morales, el primer indígena en llegar a la presidencia de Bolivia, anunció que el 24 de enero se realizarán unas ceremonias ancestrales en el Lago Titicaca para celebrar la llegada del icono, que luego será depositado en Tiwanaku.
Tiwanaku (o Tiahuanaco) es un complejo religioso a 70 km de La Paz y a 4.000 metros de altitud, a poca distancia del Lago Titicaca, que separa a Bolivia y Perú. Fue la capital de una de las culturas más antiguas de América del Sur, con 15 siglos y medio de duración, desde el 400 a.C. al 1172 d.C.
Morales también pidió a los países europeos que devuelvan "el patrimonio de los pueblos indígenas que fueron saqueados durante la colonia o la república".