Por Agustina McWhite *

" (...) Que ser valiente, no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena (...)"

No se olviden, por favor, no lo hagan. No se olviden de los aguerridos que nos defendieron de los ataques marxistas ante nuestras Repúblicas, puesto que fueron ellos, quienes nos protegieron y nos resguardaron de que hoy nos gobierne el terror, una Cuba tiránica. Un régimen absolutamente autoritario y siniestro que lleva consigo, como si fuera su sombra, la muerte de millones de personas en todo el mundo.A pesar de que la utopía marxista se haya cobrado la vida de 116 millones personas, actualmente y como si fuera una burla cruel a dicha cifra y a quienes dieron su vida o la pusieron en riesgo ?ambas cosas igual de honorables- ante el embate guerrillero están siendo enjuiciados y sometidos ante la justicia por crímenes que, constitucionalmente, estuvieron avalados por el presidente de turno. Y por si fuera poco y para asombro de muchos, son llevados a juicio por asesinatos que los paladines no han cometido. Asimismo, por alguna razón absolutamente incoherente, son llevados a dicha instancia sin prueba alguna o peor aún, con pruebas inventadas.Por eso es fundamental el acompañamiento y la solidaridad hacia las familias de las víctimas, pues son injustamente enjuiciados y condenados como si ellos fueran los responsables de querer instaurar un sistema de gobierno que no pasaría nunca bajo o por las urnas electorales. Y resulta una contradicción descarada ya que ¡a los gobernantes les fascina hablar y ensalzarse de la palabra democracia y de la importancia y dignidad de vivir dentro de ella!Es de vital importancia dejar en claro que este atropello contra las libertades no conduce a ningún lado salvo a la guerra social que acarrea: siembran mentira y odio, como si estos fueran atributos, virtudes o valores que hay que enaltecer, afables, bondadosos, como si fueran propiedades que conducen a la paz social, o más importante incluso, que conducen a la verdad.Asimismo es sustancial despejar toda duda y mencionar que estas conductas de resentimiento hacia las Fuerzas Armadas en general, no sólo se dan en Perú, sino en el resto de América Latina ?en Argentina, ascienden casi a trescientos los presos políticos muertos encarcelados injustamente por una Justicia que obedece al poder de turno y son miles los presos en cárceles que no tienen ningún derecho humano, esperando su muerte-, es una característica de los gobiernos populistas que necesitan buscar, cada vez más, resguardo y respaldo de cierto sector de la sociedad. Precisan obtener un foco extraordinario para legitimarse y lo han encontrado, desafortunadamente, repartiendo "justicia" injustamente. Descomponiendo y revolviendo el pasado en busca de viejas causas judiciales cerradas, y buscándole ?al pasado-, como decimos en Argentina "el pelo al huevo" todo sea en pos de un culpable, un responsable, alguien a quien echarle la culpa: un "chivo expiatorio".Entonces es válido preguntarse ¿qué se puede pretender o esperar de un país cuyos políticos y cuya sociedad, da la espalda a los héroes responsables de que hoy vivamos en libertad ? dentro de toda libertad que cada gobierno de cada país permita ?? Pues, el simple hecho de avalar el accionar de cualquier grupo guerrillero; por tanto, ejército paralelo; por tanto, ilegal, estamos dando por sentado que la Libertad no tiene importancia y es sólo una palabra preciosa y, por consiguiente, poderosa que calza y se adecua bien en cualquier tipo discurso. Y resulta absolutamente curioso encontrar a "libertad" ?como palabra- en la lista de "¿cuáles son los valores.com?" como un valor, ya que es una paradoja monumental, si pensamos y descubrimos que quieren apresar a los libertadores de nuestras naciones. * Agustina McWhite es Periodista Profesional recibida en CUP