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Autor: Alfonso Baella Herrera Fuente: Expreso A 45 días para las elecciones municipales es interesante observar el tablero electoral de la capital del Perú. El puntero está ?aparentemente consolidado o en proceso de hacerlo? bastante alejado del pelotón que le sigue. Los sondeos le dan un 56% por ciento de intención de voto y un índice de fidelidad, a ese voto, de 76 por ciento, según la encuesta realizada por Vox Populi (http://bit.ly/1t668Wc)
Ninguno de los 12 restantes ha logrado romper la inercia de la campaña y no se ha producido, hasta ahora, un punto de inflexión.
Castañeda, mudo para los medios y sólo con apariciones en su página oficial en Facebook, ha logrado convertir esa mudez y esas apariciones en uno de los temas de la campaña. Malo o bueno le ha dado resultado; hasta ahora.
Sin embargo, si el Jurado Nacional de Elecciones demuestra que mintió en los datos consignados en la hoja de vida que presentó a esa institución y lo inhabilita el juego podría cambiar radicalmente.
Sin Castañeda en la contienda ese 60% de votos migraría hacia los otros 12 candidatos en un efecto de distribución. ¿Quién podría beneficiarse?
Una posibilidad es que esa distribución sea equitativa y que los votos de Castañeda vayan a todos por igual con lo que Villarán pasaría a ocupar el primer lugar seguida por Salvador Heresi, Fernán Altuve, Felipe Castillo, Alberto Sánchez Aizcorbe, Enrique Cornejo, etc.
Sin embargo eso parece difícil o imposible porque el índice de voto de rechazo que tiene la actual alcaldesa es altísimo y llega a 58%, y su gestión mantiene una desaprobación de 74 por ciento. Es difícil pensar que luego del nivel de beligerancia que ella y sus voceros han mantenido contra Castañeda, esos votantes ?ante la ausencia de su candidato? cambien diametralmente su voto y la apoyen.
Por lo tanto, seguramente, los mayores receptores de los votos que hoy acompañan al exalcalde de Lima ?en la eventualidad de ser inhabilitado por el JNE? serían Heresi y Altuve. Ambos tienen los menores sentimientos "antis" y, por lo tanto, los nuevos votos golondrinos pasarían a impulsar una de esas dos candidaturas y el nuevo puntero de Lima y posible alcalde de la capital podría estar entre ellos dos. La ironía es que Heresi lleva a Jaime Salinas, implacable y mayor opositor de la alcaldesa, como teniente alcalde. No sabemos qué sería peor para Villarán, si Castañeda como futuro alcalde o Salinas como futuro teniente alcalde de nuestra ciudad.
Por ahora, la que parece la campaña más aburrida en la historia electoral capitalina podría tener un final inesperado para quienes eran los principales contendores. Veremos cómo evoluciona ese tablero electoral que puede aún traer muchas sorpresas.