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Campeones del desempleo

11/01/2021 02:17 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

El fortalecimiento del sector industrial es la única solución capaz de reequilibrar los desajustes producidos por la anacrónica terciarización de la economía; resorte esencial para dinamizar la creación de empleo y sortear con éxito la salida de la crisis

Cuando en su expansión una pandemia tan demoledora como la Covid 19 toma el dominio de nuestro hábitat, no solo perturba la estabilidad sanitaria y la relación de vida, sino que el impacto de sus efectos debilita la solidez de los pilares que conforman la estructura productiva, disparando con ello el índice de desempleo en mayor cuantía que el inducido por la más aguda de las crisis económicas.

El acelerado aumento de los contagios sumado a la excedida terciarización de su tejido productivo hace que la pérdida de puestos de trabajo crezca a escala insospechada y sin embargo la recuperación del empleo se torne exigua, lo que exige en corrección la diversificación productiva y la transformación estructural de la economía, para cuya efectividad es imprescindible la confluencia del sector privado, la sociedad civil y los representantes gubernamentales, pues la gravedad de la situación así lo exige, toda vez que el impacto de sus efectos es de tal calibre que supera los perjuicios causados por la crisis de 2008 e incluso por la hecatombe de 1929.

El actual laberinto pone de manifiesto que estamos ante una sacudida, rápida y salvaje que nos cambiará para siempre, por cuanto sus características difieren en lo sustancial de modelos precedentes, pues la situación generada nada tiene que ver con la reiteración de las crisis cíclicas, siendo por eso que la complejidad de esta nueva realidad desvanezca toda posibilidad de una solución convencional, emplazándonos por ello a asumir cambios novedosos de conceptos clásicos.

Todo indica que el coronavirus hizo mudar el patrón que rigió nuestra forma de vida durante décadas, que además de generar cambio de época actuó como sentencia de muerte de la globalización neoliberal, cuya extinción marca el devenir de un nuevo formato económico, siendo un primer síntoma de tal apreciación la intervención masiva de los gobiernos en la economía al efecto de atenuar el mazazo de la pandemia, cuya repercusión inducida favoreció tanto a términos de vida como al estímulo económico social y empresarial; una intervención obligada del sector público en la economía real en aras a evitar la reproducción de un cataclismo similar al acontecido en los años 30.

En una situación como la presente la prioridad debe estar centrada en la creación de empleo, de ahí que el exigible reordenamiento sectorial deba afrontarse de inmediato

En una situación tan grave e inédita como la presente la prioridad sobre cualquier otro planteamiento económico debe estar centrado en la creación de puestos de trabajo, de ahí que el exigible reordenamiento sectorial que la situación demanda, deba producirse compaginando la eficiencia productiva, las nuevas tecnologías, con el preferente objetivo de creación de empleo por ser este mejor referente de política social que los subsidios, cuya concesión debiera estar rigurosamente justificada y su temporalidad sujeta a lo imprescindible, pues aun cuando el Gobierno haya de impulsar medidas para paliar en lo posible el daño en las economías más vulnerables, en reducción del "caos social" el mayor esfuerzo debiera centrarse en estimular la reactivación de la economía real, el de las empresas, que son en síntesis las que generan empleo y permite el bienestar de la ciudadanía.

Cabe reseñar como reflexión de contraste, que desde la explosión de la crisis las medidas dirigidas a la generación de empleo fueron totalmente adversas, toda vez que durante el año de la Covid se rompió con siete años consecutivos de descensos del paro registrado al sumar en el conjunto del actual ejercicio 724.532 desempleados (+22, 9%), que es el mayor repunte anual desde 2009, en plena crisis financiera.

Alcanzando el volumen total de parados al final del ejercicio la cifra de 3.888.137 desempleados, la más alta desde mayo de 2016, sin que estos datos incluyan a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE, ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados, cuantía de afectados que al cierre del 2020 superaba los 755000 trabajadores con expectativas de incorporación al circuito laboral poco halagüeñas. lo que agrupado supone prácticamente la destrucción de todo el empleo creado desde la recuperación de la crisis de 2008.

Ante la Covid no valen como solución la aplicación de modelos que solo se basen en acentuar la inversión pública sin afrontar previamente la diversificación de la economía y el reequilibrio de los sectores productivos, pues antes de la llegada de la pandemia la excedida terciarización de la economía ya era un impedimento para la reactivación que en corrección demandaba incrementar el peso del sector industrial, pues mientras que el terciario tiende a desplomarse ante coyunturas adversas la industria se adata fácilmente a los envites inducidos

Huelga decir que es materialmente imposible salir de la actual crisis manteniéndo la misma dinámica que hasta ahora.


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Autor:
Galdo Fonte (465 noticias)
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