Además, sostuvo que faltó actitud por parte de los seleccionados nacionales. ‘Yo no me dejaría que en mi cancha me pisen’, señaló.

El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, no perdió la oportunidad para referirse al réferi que dirigió anoche el Perú – Uruguay, Patricio Loustau, a quien calificó como un sinvergüenza que dejó que los visitantes golpeen a los jugadores nacionales.

En su opinión, la dirigencia peruana se equivocó al aceptar que un juez argentino arbitre un partido tan importante ante Uruguay. "Yo nunca hubiese aceptado un réferi argentino", manifestó el cardenal.

Por la manera en que dejó que jugadores como Paolo Guerrero o Jefferson Farfán sean golpeados, hasta con sangre como consecuencia, por defensas como Diego Lugano o Diego Godín, el religioso calificó a Loustau de 'sinvergüenza'.

"El árbitro fue un sinvergüenza. [...] Queda el fastidio que en tu cancha te pisen, yo no me dejaría", manifestó en su programa de RPP.

Asimismo, aceptó que no se puede responsabilizar totalmente al árbitro por el resultado del partido, porque, por parte de los jugadores peruanos, ’faltó actitud’ al momento de disputar el balón, defender y atacar.