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El estado emocional a veces puede llegar a influir en nuestra forma de alimentarnos y ser causa de atracones y comidas compulsivas
La tristeza, el malhumor, la ansiedad o el aburrimiento son algunos de los motivos más comunes que pueden llevarnos a confundir el hambre real con la necesidad de satisfacer esos vacíos con comida.
Dietas equilibradas y bajo control médico
Está demostrado que las dietas equilibradas con un seguimiento médico adecuado funcionan, pero cuando se trata de dietas bastante restrictivas, la ansiedad puede ser un problema. Esto es al menos lo que afirman los especialistas en nutrición.
Según estos expertos, para combatir esta relación emocional (ansiedad-hambre) que se establece con la comida, hay que aprender a controlar la ansiedad y distinguir si lo que sentimos es realmente hambre.
Sin embargo, aseguran estos especialistas que hay algunos trucos que ayudan a revertir esos momentos en los que comemos de manera compulsiva y casi automática. Por ejemplo, antes de empezar a comer hay que asegurarse de tener hambre. Hay que dejar de comer cuando notemos que ya estamos satisfechos.
También es bueno, nos dicen, contar hasta 10 antes de comer. Esos segundos nos ayudarán a reflexionar e identificar si vamos a comer por un impulso o por necesidad fisiológica.
Los especialistas recuerdan igualmente que es importante realizar 5 comidas al día, comer sentados y sin prisa, masticar lentamente, pues favorece la sensación de ansiedad, e intentar comer siempre a la misma hora y en el mismo sitio. Pero, además, no realizar otras tareas mientras se come (¡Prohibida la televisión!).
Hay que aprender a controlar la ansiedad y distinguir si lo que sentimos es realmente hambre
Hacer deporte también es una ayuda muy beneficiosa para reducir la tensión y lograr la relajación necesaria para controlar la ansiedad de comer y poder seguir una dieta con éxito, aseguran los expertos. Asimismo, el ejercicio activa nuestro metabolismo y, sumado al gasto energético extra, hace que quememos más calorías y, por lo tanto, que adelgacemos más y lo hagamos más rápido.
No es necesario realizar grandes esfuerzos, con caminar durante una hora al día o ir en bicicleta hasta el trabajo es suficiente. Lo importante, aseguran los expertos, es tener constancia, sin olvidar, puntualizan, que para redefinir y tonificar la silueta, es importante acompañar la actividad cardiovascular con series de ejercicios especialmente ideados para aquellas zonas del cuerpo más afectadas por la flacidez.
Endurecer zonas específicas
Para rebajar barriga lo ideal es combinar ejercicios abdominales con cardiovasculares de tipo aeróbico como por ejemplo steps, que estimularán la pérdida de grasa de la zona, indican los especialistas.
Además, dicen que las famosas “sentadillas” son nuestro mejor aliado para lograr unos glúteos firmes y libres de celulitis. Si se realiza una serie a diario se comprueban rápidamente los buenos resultados.
Pero para aumentar la musculatura de las piernas de una forma divertida nos proponen correr por la playa o subir y bajar escaleras rápidamente. Y para los brazos lo mejor, nos apuestas, son los deportes en equipo como el baloncesto o el voleibol, que harán que a la vez que nos cuidamos estemos disfrutando.