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El centro de Asunción colapsó hoy con las manifestaciones de campesinos y de un par de gremios paraguayos, todos los cuales tienen la intención de llegar hasta las inmediaciones del Parlamento para plantear sus reivindicaciones. Campesinos, taxistas e importadores de vehículos usados coincidieron en sus movilizaciones hacia el micro-centro de la capital paraguaya, lo que desde temprano ocasionó serios congestionamientos de tránsito y complicaciones a miles de personas para llegar a sus trabajos. El principal inconveniente lo generaron los taxistas, quienes bloquearon los principales puntos de acceso a la capital y que en gran número protagonizan una extensa caravana por calles céntricas para acercarse al Palacio Legislativo, en el centro histórico. Los taxistas se manifiestan contra una ley que extiende a todo el territorio la obligatoriedad de la inspección técnica vehicular y plantean una excepción, prorrogando esa disposición para los vehículos de arriendo por cinco años. Los gremios de taxistas de Asunción ya obtuvieron este año de la alcaldía un período de gracia de seis meses para el inicio de esa inspección, la cual está vigente desde hace tres años para el resto de los automotores con placa patente de la capital. Pero la intención es que la postergación dure mucho más, otros cinco años, como reclaman los que explotan el servicio de taxis fuera del área de Asunción, y así están presionando con la protesta de este jueves. A su vez, los labriegos realizan su decimoctava marcha anual en la capital, con casi los mismos pedidos de siempre, centrados en el cumplimiento de una urgente reforma agraria y mejores precios para los productos agrícolas. “Nuestra marcha es de protesta y repudio al gobierno de Fernando Lugo por el incumplimiento de las promesas electorales”, señaló el secretario general de la Federación Nacional Campesina (FNC), Odilón Espinola, organización encargada de este desplazamiento. Manifestó que “el eje central del discurso electoral del presidente Lugo fue la reforma agraria y en eso no avanzó ni mínimamente, ni siquiera en la recuperación de las tierras mal adjudicadas, que debió ser la acción prioritaria”. Según Espínola, el gobierno trabaja con mucha lentitud para resolver los problemas y acotó que, en cuanto a la tenencia de la tierra, falta mucho más aún y enfatizó que el compromiso más concreto del gobierno fue mejorar asentamientos. Otro de los frentes de protesta lo protagonizan los importadores de vehículos usados, quienes se oponen a una ley que estudia el Congreso sobre la reducción de 10 a sólo cinco años la antigüedad de los automotores extranjeros que son ingresados a Paraguay.