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Por robar un celular que luego lo perdió
Un niño de 11 años, fue torturado salvajemente por dos miembros de la policía nacional en la comisaría de la localidad de Sicaya que se encuentra a 12 kilómetros de Huancayo, por robar un celular.
El hecho ocurrió, cuando el menor fué detenido y trasladadó a la comisaría a las 3 de la tarde y recién fue liberado a las 11 de la noche, durante este lapso de tiempo, dos suboficiales de la policía nacional, lo sometierón a maltratos físicos y psicológicos, para que confesará donde había dejado el celular, el menor reconoció que lo había robado pero que lo había perdido, dijó entre sollozos.
Los policías, no contentos con lo explicado por el niño, "Me metierón mi cabeza a un balde lleno con agua helada, mientras me ahogaban, ellos contaban, unos, dos, tres, cuatro, cinco, y me sacaban del balde, mientras me golpeaban con sus varas, me dolía mi cabeza, mis brazos, mis dedos y yo les dije después que lo tenía en mi casa para que me dejarán de ahogar y golpear" recuerda el menor.
Metían mi cabeza en un balde lleno de agua helada y me pegaban con sus varas
Mientras estaba en la comisaría, yo gritaba en quechua para que me liberén, su madre, una humilde campesina analfabeta, no pudo hacer nada para detener la agresión que sufría su menor hijo, los policías la dejarón afuera de la comisaría a que espere a su hijo cuando sea liberado.
Los vecinos formularón la denuncia ante la Defensoría del Pueblo para certificar las agresiones que sufrió el menor de edad, según consta la denuncia, el menor fue golpeado varias veces con las varas de los policías en sus nalgas, fue atado de sus manos y su cabeza fue sumergida varias veces en un balde lleno con agua helada, el niño presenta moretones de 16 y 18 centímetros en sus gluteos, no puede caminar porqué cuando lo hace cojea, presenta tumefacciones en la mano derecha y un severó trauma psicológico.