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En los países en donde no hay estaciones las mujeres no están a la espera de ver florecer las plantas para salir a buscar cual es la tendencia en color; generalmente son los días de descanso en lugares de veraneo o las vacaciones lo que supone la inclusión en el atuendo de nuevos tonos.
Las embarazadas no escapan a este hábito. La maleta de viaje es una buena oportunidad para renovar el look con un toque de color embarazada, o no.
La elección del color a la hora de vestirse no debe ser caprichosa sin embargo, en unos casos es consciente es decir, es coherente con la edad, el color de la piel los ojos y el pelo, la morfología, la contextura, el clima y la ocasión. En otros casos en cambio, es una decisión que se deja al azar, lo cual la gran mayoría de las veces se traduce en seguir la tendencia en color aun cuando no convenga a su tipo, o simplemente disfrazarse de arco iris.
La colorimetría sirve para elegir el color que le conviene a cada cual teniendo en cuenta sus características individuales; tiene como objetivo resaltar y potenciar las cualidades, y camuflar aquellos defectos que todos tenemos.
Aun cuando durante el embarazo los tonos fríos u oscuros son los mejores aliados para afinar la figura y así resaltar la curva del embarazo, es indispensable incluir colores vivos en diferentes tonalidades para iluminar el semblante y conservar el aire juvenil, sobre todo cuando se trata de mujeres con embarazos después de los 40, una tendencia en el mundo.
Tratándose de mujeres en embarazo, antes de seguir el instructivo que la colorimetría impone en términos de asesoría de imagen es obligatorio tener en cuenta la alteración hormonal durante el período de gestación.
El aumento de las hormonas ocasiona cambios en la piel y esto obviamente afecta el semblante; muchas embarazadas presentan manchas oscuras (cloasma), aumento del bello facial y corporal, ojeras como consecuencia de las noches de mal dormir, y una tez amarilla casi que verdosa generalmente durante el primer trimestre si éste ha sido particularmente sintomático.
Si el embarazo ha comenzado con náuseas importantes etc.., se deben evitar los tonos amarillos, naranjas y verdes de manera que el semblante amarillento no se uniforme con el atuendo y que la tez no pierda luminosidad. Si se trata de una mamá seguidora de la tendencia en color, por ejemplo en esta temporada de verde menta, la opción es elegir este tono o sus variantes para las prendas inferiores. Si hay manchas rojizas los tonos a evitar son los rojos y sus variantes para no acentuar el tono del defecto; si las manchas son marrones hay que buscar darle luz a las facciones con tonos claros.
Si no hay que lidiar con ninguna de estas molestias simplemente hay que elegir los colores dependiendo del tipo de cada una; para esto la colorimetría hace una de tantas clasificaciones de la siguiente forma:
Mujer tipo verano : es la típica morena o trigueña de ojos marrón, se broncea fácilmente y se ve divina con tonos pastel, turquesa o coral.
Mujer tipo invierno: es de piel blanca, mejillas sonrosadas, pelo oscuro. Por lo general se ve muy chic de negro o azul marino.
Sin embargo, como por lo general las embarazadas necesitan más información; algunas recomendaciones:
@PaulaBoue
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