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La importante comunidad iraní de Dubái confía en que un levantamiento de las sanciones impuestas a Teherán le permita reanudar la floreciente actividad comercial de los años 2000.
"Si levantan las sanciones, nuestros negocios aumentarán y serán más fáciles", declaró Mohamed Hasan Zara, un marinero iraní mientras carga mercancía en uno de los 'dhows' (barcos de madera) que zarpan de Dubái rumbo al sur de Irán.
Desde 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU ha tomado seis resoluciones sobre Irán, cuatro de ellas acompañadas de sanciones, debido al polémico programa nuclear de Teherán. Estados Unidos y la Unión Europea (UE) también aplican desde 2012 una serie de sanciones que afectan sobre todo al sector energético y a los bancos.
Estas sanciones dejaron maltrecha la economía iraní, y también penalizaron a los comerciantes de los Emiratos, en particular la comunidad iraní de Dubái, integrada por unas 400.000 personas. Después de la revolución islámica de 1979, numerosos iraníes se han instalado en Dubái para huir del nuevo régimen.
Antes de las sanciones, "hacíamos dos viajes por mes a Irán. Pero ahora no conseguimos siquiera cargar suficiente mercancía para ir una", lamenta Zara. Entre los bienes transportados destacan los alimentos y las piezas de recambio informáticas y para los automóviles.
Según el ministro de Economía de los Emiratos, el sultán Al Mansuri, los intercambios comerciales con Irán alcanzaron los 17.000 millones de dólares en 2014, lejos de los 23.000 millones de 2011, antes de las aplicación de las sanciones estadounidenses y europeas.
- Reapertura de las cuentas bancarias -
Ahora que Irán y las grandes potencias alcanzaron el martes en Viena un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones, el vicepresidente del Consejo de Negocios iraní en Dubái, Hosein Haghighi, apuesta por un impacto comercial considerable. Predice, además, un aumento "del 15 a 20%", de los intercambios comerciales entre los Emiratos Árabes Unidos e Irán en el año siguiente al levantamiento de las sanciones.
"Hay más de 10.000 empresas en los Emiratos que, de una u otra forma, están en manos de los iraníes", activos sobre todo en los sectores del petróleo, gas y la alimentación, precisa Haghighi.
El impacto se deberá sobre todo a que los bancos internacionales comenzarán a reabrir las cuentas de iraníes que se vieron obligados a cerrar en aplicación de las sanciones, explica.
En los Emiratos, Dubái será probablemente el principal beneficiario. El año pasado, su soberano, el jeque Mohamed Ben Rached Al Maktum, ya había pedido el levantamiento de las sanciones.
Dubái, centro regional de negocios, cuenta con la zona franca de Jebel Ali, el mayor puerto de Oriente Medio, que está conectado con el aeropuerto internacional. La compañía aérea Emirates de Dubái acaba de anunciar la apertura en septiembre de un nuevo enlace con Irán, hacia la ciudad de Mashhad.
Irán y los Emiratos mantienen relaciones comerciales centenarias, pese a un conflicto territorial sobre tres islas estratégicas en el Golfo, actualmente controladas por Teherán.
En un mercado muy animado cerca del puerto, donde se oye hablar persa en todas partes y el olor de las especias iraníes impregna el aire, los comerciantes parecen optimistas. "Si levantan las sanciones, la gente podrá venir aquí a hacer negocios" y "nosotros podremos ganar más", afirmó Mohsen Yusef, sentado en su pequeña tienda de Dubái, donde vende desde té a azafrán.