En el ámbito del trabajo, el logro de objetivos y los resultados alcanzados tienen una mirada permanente. La consecución de logros compartidos e individuales requiere de un seguimiento y de un entrenamiento particular.

El desarrollo de ciertas competencias comunicacionales e interpersonales ayudan a la optimización en las relaciones que se establecen dentro de ámbitos empresariales y organizacionales. Entre estas competencias, el desarrollo de la visión personal que se asocia específicamente con el propósito de nuestra vida, con el para qué trabajamos y queremos ganar dinero o desarrollarnos profesionalmente; un para qué que se construye por nuestros valores e intereses e impulsan a nuestras acciones. La fuerza emocional es otra de las competencias que pueden ser desarrolladas a favor del logro de metas y objetivos, y se relaciona especialmente con la gestión de las emociones ya que las mismas tiñen la manera de actuar y de ser en cada ámbito de nuestras vidas. El coaching ontológico o Coaching y Liderazgo favorece espacios para habitar las emociones y reconocer qué creencias o juicios intervienen cuando aparecen.

El Coaching para Empresas permite abordar temas o situaciones que pueden surgir a diario en un equipo; y que pueda estar haciendo obstáculo en el logro de algún objetivo. En este contexto la gestión de emociones y el desarrollo de las competencias personales es necesario para encontrar las soluciones más óptimas y acordes a la situación. Un equipo de trabajo conciente de sus potencialidades y de sus habilidades es aquel que logra una madurez necesaria para lograr lo que deseen conseguir.