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Hoy quiero hablarles de una frase muy simple e internacional, la cual, si fuera acatada por toda la humanidad, probablemente solucionaría la gran mayoría de las guerras, males y problemas en nuestro planeta
"Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti"
Claro que, después de haber leído el encabezado usted dirá ¿Y si es tan fácil, por qué no nos ponemos manos a la obra y asunto arreglado? Pues seguramente porque a los humanos nos gusta mucho más poner en práctica la frase antagónica de 12 palabras que dice: “Haz lo que yo digo pero no hagas lo que yo hago”. Ahora bien, vayamos por partes y analicemos, un poco más a fondo, ambos pensamientos.
Definitivamente la frase favorita de políticos, gobernantes, militares, empresarios, gerentes e incluso muchos padres y madres, es aquella en la que te dicen que hagas una cosa, mientras ellos hacen todo lo contrario; y para muestra un botón: ¿Cuántas veces no hemos escuchado a diferentes miembros del partido gobernante de cualquier país decir que los ciudadanos tenemos que apretarnos un poco más el cinturón para salir de la crisis, mientras ellos despilfarran sin reparo? Asimismo, ¿cuántas madres y padres no dicen a sus hijos: ¡No hagas esto o aquello! Y poco tiempo después los mismos hijos ven a sus padres haciendo precisamente aquello que les habían prohibido hacer a ellos?
Algo tan utópico como la armonía universal, podría ser una realidad simplemente con “tratar a los demás como nos gusta que nos traten a nosotros”
Imagínense, sólo por un momento, cómo sería el mundo si cada uno de nosotros tratáramos a los demás como nos gustaría ser tratados. Probablemente no habría conflictos bélicos, ni hambruna, ni odios o rencores, ni tampoco venganzas. Parece increíble pero, algo tan utópico como la armonía universal, podría ser una realidad simplemente con “tratar a los demás como nos gusta que nos traten a nosotros”. Entonces, para qué esperar más, ¡llevemos a la práctica diariamente la “frase mágica de 12 palabras”! y estoy completamente seguro de que muy pronto veremos como todo cambia, para mejor, a nuestro alrededor. Al menos ¡demos una oportunidad a la humanidad! y ¡simplemente intentémoslo!