Autor: Marcos Ibazeta Marino

Fuente: Expreso

Jamás los dirigentes del Movadef o Sendero hacen declaraciones públicas sin un objetivo político definido. Hemos escuchado a la dirigencia de ese movimiento de fachada senderista, diciendo que en las últimas elecciones, sus militantes votaron por el candidato que hoy es el Presidente de la República y por la actual alcaldesa de Lima. Sus razones tendrán pero ya conocemos que el "pensamiento Gonzalo" no apuesta ni por la democracia representativa ni por un sistema económico liberal ni por el respeto pacífico al ejercicio del poder.

Lo curioso es que actores políticos y sociales como Alejandro Toledo y Mario Vargas Llosa, también eligieron la misma opción a pesar de constituir las antípodas de la ideología senderista pero cada quien con sus propias motivaciones en función del poder.

El pensamiento movadef tal cual

Imagen: laguadaña

Tal vez esta sea la razón por la cual este gobierno se muestre tan dubitativo a la hora de tomar decisiones: es petardeado por la izquierda tradicional a la que podemos conocer muy bien leyendo uno de los libros de Vargas Llosa titulado "La Historia de Mayta", para entender su eterna prédica violentista en charlas de café con también su eterna frustración de acceder al poder político por su incoherencia. Hasta aquí tiene razón cierto personaje al afirmar que la izquierda siempre preparó la hoguera que luego Abimael Guzmán hizo arder. A estos modernos Maytas se les conoce públicamente como "caviares" y andan infiltrados por todas las áreas del gobierno. Por otro lado, el gobierno siempre anda jaqueado por movimientos que se dicen de "defensa" de las poblaciones, en cuyas algaradas los agitadores, sean del Movadef o de cualquier agrupación violentista, toman el control y paralizan una serie de proyectos de inversión sin permitir diálogo alguno a pesar de exigir contradictoriamente la instalación de las ya famosas por inútiles, "mesas de diálogo".

También los aliados de la "derecha" como les llaman los caviares, Movadef y otros a Alejandro Toledo y Mario Vargas Llosa, neutralizan actos de gobierno, tanto del Ejecutivo como del Legislativo, como en el caso de la designación de remplazantes en la Defensoría del Pueblo, Tribunal Constitucional y Banco Central de Reserva, quebrando el espinazo institucional en el Perú, sin importarles las consecuencias. Me temo que si se genera una situación de caos, recién conoceremos el verdadero rostro de este gobierno que se está mostrando muy débil últimamente.