¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que A. Guerra escriba una noticia?
A menudo vemos personas a nuestro alrededor que por más intención y acciones que tomen para levantarse no consiguen avanzar un paso, especialmente los famosos jóvenes tienen este tipo de inconvenientes, que más que eso, yo podría afirmar que es un pesar del destino y metedura de pata en incontables ocasiones. De allí la importancia de pensar lo que hacemos (si es posible varias veces) antes de actuar –un dicho muy famoso ese- pero nunca le prestamos atención a éste tipo de minucias, quizás por un exceso de seguridad en sí mismos, "cuidado" los excesos no son nada buenos!.
Hoy me encuentro con la noticia en la prensa de que Miley Cyrus volvió a pecar de ingenua con unas fotografías en las que aparece lamiendo una tarta en forma de pene. El dulce en cuestión era una tarta de cumpleaños para su novio, Liam Hemsworth, con una forma muy sexual que más bien recuerda al postre de una despedida de soltera. Ahora bien, ¿a quién se le ocurre?, siendo una figura famosa y por lo tanto tener encima de ti día y noche media ciudad de paparazzis no pudo hacerte cambiar de idea? Y lo que está mal aquí no es que haya bromeado de esa forma, porque muchos en algún momento lo hemos hecho, sino que teniendo conciencia de que lo hacía en un lugar público, y que cientos de sus seguidores son menores de edad, debió comportarse para no causar mala imagen.
En la vida estos pequeños errores son los que nos hacen levantar cabeza y ser cada vez mejores personas. Ella estará en boca de todos por unos meses y cuando aparezca algo mejor o "peor" como es el mundo del espectáculo dejará de ser noticia, o quizás la joven tonta que causo noticias y tendrá una nueva oportunidad para volver a hacer otra de esas, O NO. El chiste de esto es que yo pongo el caso de ella como ejemplo, pero a muchos (as) nos suceden cosas iguales o peores, pero gracias a Dios, somos dueños de nuestros actos y podemos elegir entre cambiar y seguir siendo las mismas o peores personas.
Mi consejo es no olvidar las metidas de pata que tenemos o hemos tenido, sino recordarlas cada día únicamente para recordar que no debemos hacer para no pasar malos ratos.