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Decenas de artistas cubanos rindieron este viernes un bullicioso homenaje musical al compositor Juan Formell, fundador y director de la popular orquesta "Los Van Van", fallecido el jueves en La Habana a los 71 años, cinco meses después de recibir el Grammy Latino a la Excelencia Musical.
"No creo que haya nadie, ningún otro creador, que interpretó las emociones, los sentimientos, la alegría de este pueblo como Juanito Formell", declaró a la AFP en el homenaje el escritor y exministro de Cultura Abel Prieto, actual asesor cultural del presidente Raúl Castro.
Siguiendo su voluntad sus restos fueron incinerados y cientos de cubanos desfilaron este viernes en la tarde en el Teatro Nacional ante una pequeña urna que contenía las cenizas del bajista, arreglista, compositor, cantante y director de "Los Van Van" -la banda cubana más popular en las últimas cuatro décadas-, quien falleció repentinamente de complicaciones hepáticas, según medios locales.
"Le vamos a seguir cantando siempre, porque era lo que él quería", dijo a la AFP el cantante Pedrito Calvo, exvocalista de "Los Van Van" y actual director de la banda "La Nueva Justicia", en el bullicioso homenaje artístico que le rindieron sus colegas, mientras centenares de cubanos hacían fila para despedirlo.
Uno de los que desfiló frente a las cenizas fue el número dos del gobierno cubano, el vicepresidente Miguel Díaz-Canel, quien expresó que "Formell fue expresión genuina de la cubanía, que puso a bailar por décadas millones de compatriotas".
Banderas cubanas y numerosas ofrendas florales de Fidel y de Raúl Castro, del Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano de la Música y otras instituciones artísticas escoltaban la urna con las cenizas.
La salud de Formell se había quebrantado en los últimos años, por lo que compartía la dirección de "Los Van Van" con su hijo Samuel, baterista de la banda.
En 1999 ganó el Grammy Latino por mejor interpretación de salsa con su disco "Llegó Van Van" y en noviembre de 2013 recibió el Grammy Latino por la Excelencia Musical, en una ceremonia en Las Vegas (Nevada, suroeste de Estados Unidos).
"Ha habido que sacrificarse mucho", dijo Formell a los periodistas al recibir este honor. "No es un premio caído del cielo, ha sido a base de sacrificios porque Cuba ha estado bloqueada en los grandes mercados. El disco sobre todo, porque el disco es un arma cultural importante".
El Instituto Cubano de la Música destacó que el artista "lleva consigo el más amplio arco iris de nuestros géneros en un estilo fundacional", pero "también, una nación, un continente, un mundo que amó y enseñó a amar con su especial manera de hacernos pensar y bailar".
- Cantatas de homenaje en toda la isla -
Nacido en La Habana el 2 de agosto de 1942, comenzó como músico a los 15 años en 1957 en orquestas de cabaret. Su padre también era músico.
Tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959, integró la banda de música de la Policía Nacional Revolucionaria, y en 1968 saltó a los grandes escenarios como bajista de la conocida orquesta de Elio Revé.
A fines de 1969 formó "Los Van Van", a los que mantuvo en la cima de la popularidad durante cuatro décadas.
El sábado, una cantata "será protagonizada por músicos de todos los géneros, en los espacios más emblemáticos de todo el país", dijo el Instituto de la Música.
En La Habana, el homenaje se realizará en la Tribuna Antiimperialista, frente al Malecón, un anfiteatro al aire libre donde se desarrollan algunos de los principales actos artísticos de la isla.
Inicialmente se iba a efectuar en el barrio de Cayo Hueso, donde nació Formell, pero se cambió de escenario para acoger a una mayor cantidad de público.
En Cuba Formell recibió el Premio Nacional de Música en 2003 y la Orden Félix Varela, que otorgan el Instituto Cubano de la Música y el Ministerio de Cultura, respectivamente.
El artista popularizó numerosos temas, en los que estaban presentes dichos y giros del lenguaje popular cubano, como "la titimanía" (el gusto de los adultos mayores por conseguir parejas jóvenes) o "La Habana no aguanta más" (sobre la emigración desde las provincias a la capital), en las que a veces deslizaban, con humor y palabras sencillas, críticas sociales.
"Me gusta estar en la calle, porque allí aparecen las frases más ingeniosas. Y de una frase hago la historia y el montuno, fundamental, pues es lo que repite la gente y provoca al bailador. Esa es nuestra diferencia con la salsa de Nueva York o de Puerto Rico", había explicado Formell en una reciente entrevista.