¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Malalua escriba una noticia?
Aunque mi vida ha estado siempre salpicada de abruptos cambios, algunos inesperados y otros provocados, me resulta inevitable no contener el aliento y sentirme al borde de un precipicio cuando llegan; es más, en los últimos años, me he aferrado a situaciones o personas a modo de «control», para así sobrellevar esa extraña emoción —a la que poco a poco me acostumbro hasta que se atenúa o incluso desaparece—. No obstante, quizá sea la edad, pero ahora los cambios son bienvenidos, deseados y muy celebrados.
VegetarianismoT ras un año reflexionando e investigando, decidí, de un día para otro sin transiciones de ningún tipo, abandonar el consumo de carne y lácteos. Es curioso cómo en este país aún existen muchos mitos respecto a este tipo de alimentación, y de cómo algunos individuos se sienten «atacados» ante los vegetarianos o veganos. Aunque es cierto que estos últimos suelen ser activistas (no consumen ningún producto de origen animal; eso incluye la miel, por ejemplo), no es mi prioridad «transformar» a nadie mediante mensajes alarmantes ni enfrascarme en debates estériles aun teniendo un potente argumentario basado en datos reales y públicos. Pero lo que sí me interesa trasladar es cómo ha mejorado mi salud, forma física y estado de ánimo, gracias al cuidado que pongo ahora en mi alimentación (intento compartir mis platos en Instagram, aparte de los batidos verdes ).
Estos son los tres ejes esenciales en los que se basa mi decisión:Resumen de mi participación en «Plenilunio».
Toda mi vida he hecho deporte. Desde los siete años. Es algo que va en mi genética y que me ha llevado a probar múltiples opciones (gimnasia, patinaje, baloncesto, fútbol, taekwondo, capoeira, fitness…). Por ello, no es de extrañar que haya recuperado bastante rápido la «disciplina», y porque se había convertido en algo indispensable para mi salud dedicándome a lo que me dedico —horas y horas frente al ordenador siempre pasan factura—. Sin embargo, nunca me había dado del todo por el running — la que es ahora la actividad de moda por ser económica y ofrecer excelentes resultados en poco tiempo, aun teniendo un elevado riesgo de lesiones—, y se ha convertido en un auténtico reto personal; es más, corrí la I Carrera nocturna de Santa Cruz de Tenerife «Plenilunio» (como mucho había ganado un par de medallas en el colegio en atletismo) de 5 kilómetros acompañada de cientos de entusiastas corredores.
Fue un auténtico reto personal. Reto no por el hecho de correr 5 kilómetros (que ya los había hecho varias veces en llano), sino porque superé cuestas y bajadas en carrera continua y porque mi preparación física fue a base de las clases dirigidas que se ofrecen en el gimnasio al que voy. Y porque correr en conjunto, observar cómo los demás también se esfuerzan es muy reconfortante —además del público que animaba tanto en la salida como durante todo el recorrido—. He tomado la decisión de continuar participando en eventos así, pero con mucho cuidado ya que me niego a lesionarme por sobreentrenamiento. Y si a todo lo anterior le sumáis la práctica de yoga, entenderéis el porqué me siento más activa y fuerte. Así de benevolente es el deporte cuando haces bien las cosas (y en este punto la alimentación juega un papel fundamental). Os animo a que hagáis lo mismo. Notaréis la diferencia
The post Cuestión de salud appeared first on Malalua, por Ylka Tapia.