La provincia de Ciudad Real, quizás sea una de las menos visitadas de la comunidad autónoma de Castilla La Mancha, respecto a otros grandes destinos turísticos como Toledo o Cuenca, pero sin duda tiene la oferta cultural y el patrimonio necesario para ofrecer a los visitantes una grata experiencia turística.

La ciudad tiene la ventaja estratégica de disfrutar de una óptima conexión con otros grandes núcleos de población como es el caso de Madrid, sobre todo gracias a el Tren Madrid Ciudad Real de alta velocidad, que en su trayecto a la ciudad de Sevilla, utiliza el tramo inicial de las vías de alta velocidad para en un viaje en ferrocarril de menos de 1 hora y media, conectar en la ruta del tren AVE a Ciudad Real, estas dos poblaciones del centro de la península de una forma cómoda, veloz y con bastantes frecuencias a lo largo del día.

Ciudad Real está íntimamente ligada al Don Quijote de la Mancha, obra cumbre de la literatura universal del Miguel de Cervantes. Los amantes de esta obra tienen la suerte que en la misma ciudad pueden disfrutar de un museo dedicado a esta gran obra de literatura. Pero además de ese tan contado pasado de molinos de vientos y pequeñas aldeas, Ciudad Real ofrece un rico patrimonio desde que las primeras poblaciones se fueron asentando en la ciudad después de la Reconquista. De esos primeros años los visitantes pueden todavía disfrutar de edificios como la Puerta de Toledo, resto de la antigua muralla medieval de la ciudad, la Catedral de Nuestra Señora del Prado, la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de Santiago o la Ermita de Alarcos. Además de este rico pasado la ciudad ha ido recogiendo toda la riqueza de las diferentes épocas que ha ido viviendo la ciudad legando a la misma un rico patrimonio reflejado en otros edificios como el Hospital de la Misericordia, el Convento de la Merced o el Palacio de la Diputación Provincial.

Pero no se puede dar por completa una visita a Ciudad Real sin catar parte de su riqueza cultural que tiene en la gastronomía uno de unos mejores exponentes, con los mejores ejemplos de la cocina regional de la Mancha. En una visita a la ciudad por lo tanto no se puede dejar de probar su rica gastronomía de la región con platos tan típicos como las migas, el pisto manchego, el asadillo, las gachas de harina de almortas, o el plato de duelos y quebrantos que ya aparece en la famosa obra de Miguel de Cervantes.