El holandés se encuentra en Lima para la despedida del histórico '10' celeste. Mañana llegan el 'Pibe' Valderrama y Zamorano El 10 de octubre de 1998 la selección peruana de Juan Carlos Oblitas enfrentó a la poderosa selección holandesa que presentaba a Frank Rijkaard como nuevo entrenador. Apenas habían pasado meses desde que Holanda había logrado ocupar el cuarto lugar en el Mundial de Francia 98. "Me acuerdo mucho cuando entramos a la cancha y vi a cada uno de los jugadores de Holanda. Realmente eran unos monstruos", dijo el 'Chorri' Palaciosa Elcomercio.pe, haciendo referencia al equipo conformado por Edwin van der Sar; Michael Reiziger, Jaap Stam, Frank de Boer, Phillip Cocu; Edgar Davids, Jeffrey Talan, Ronald de Boer; Patrick Kluivert, Dennis Bergkamp y Marc Overmars.Perú formó con Óscar Ibáñez; Jorge Soto, Juan Reynoso, Santiago Salazar, Nolberto Solano; Juan Jayo, Gregorio Bernales, José Pereda, Roberto Palacios, Kukín Flores y Flavio Maestri."Entre esos monstruos estaba Ronald de Boer, a quien le di la mano en el saludo de los equipos", señala el 'Chorri', y así se puede ver en un resumen en YouTube. El encuentro se jugó en el Philips Stadion de Eindhoven y fue derrota peruana por 2-0 con goles de la 'Momia' Stam y Peter van Vossen."Durante el partido Ronald me dio varias palmadas en la espalda reconociendo mi rendimiento. Me acuerdo que al final del encuentro mencionó mi nombre cuando le preguntaron sobre los jugadores que más le habían gustado. Imagínate lo que eso significó para mí", apuntó Palacios."Él ha seguido mi trayectoria en la selección y siempre fue uno de mis jugadores favoritos en su selección y en Barcelona. Por eso lo invité a mi despedida y hoy tengo el honor de tenerlo en Lima. A través del fútbol miren las amistades que uno puede lograr", concluyó el histórico '10' celeste, quien este jueves realizará su despedida internacional del fútbol en el Estadio Nacional.Mañana llegan Carlos 'Pibe' Valderrama e Iván 'Bam Bam' Zamorano. Este martes se realizará la conferencia oficial del partido de despedida en el Swissotel de San Isidro.

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