Por: Iván Budinich Castro

Sin el aprismo ni el fujimorismo que son las principales sino las únicas fuerzas de oposición el dialogo convocado por el gobierno es una farsa, una ficción, un mero teatro convocado por unos guionistas de tercera con un elenco de actores venidos a menos. La participación de una organización como Fuerza Social que ni inscripción tiene nos da la talla del alcance de la reunión, simplemente hay demasiadas sillas vacías.

El problema de fondo es que la crisis que vivimos no es económica, es política e institucional, el mal manejo del gobierno es apenas episódico en medio de una crisis estructural donde el meollo de todo es que no tenemos partidos políticos fuertes ni en el gobierno ni en la oposición. Nos gobiernan aficionados llenos de soberbia por un poder obtenido casi por accidente y está muy claro que esta administración no va a cambiar; empezaron apelando al enfrentamiento y es así como van a terminar porque ese es su estilo cuartelario de ver lo político como una dicotomía amigo- enemigo donde ellos son los santos y los demás viles corruptos.

J.J. Garrido en su columna de Perú21 ha dado en el clavo al señalar que el cierre de la DINI, el gran logro del dialogo gubernamental es un error que vamos a pagar muy caro los peruanos. Desde la caída de Fujimori en el 2000 el alcance de nuestros organismos de inteligencia marchan cada vez más a la deriva susceptibles de utilización política por los aprendices de Montesinos de turno, pero lo que urge no es desactivar la inteligencia del país sino reestructurarla cosa que ningún gobierno se atreve, mientras la delincuencia campea a sus anchas.

Y la cereza del pastel, la desactivación de la DINI estará a cargo de una junta de notables ¡Genial nota costumbrista!!! Eugenio D´Medina tiene razón, todavía no hemos salido del siglo XIX.

De algo podemos estar seguros, al menos los asistentes al dialogo se darán por bien servidos. Salieron en la foto e ingresaron a palacio de gobierno. Por invitación es la única forma en que la gran mayoría de ellos podrá traspasar esos muros.

Si este dialogo iba a ser algo serio, debió pasar por el Acuerdo Nacional. Es una pena que una de las pocas iniciativas destinadas a corregir en algo la falta de institucionalidad del sistema de partidos nuestro pase tan desapercibida. Se nota que esta administración jamas se compromete a fondo en dialogo alguno.