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"Nunca vas a lograr que se abran" fue la frase que Dalia Reyes escuchó cuando planteó hacer un documental sobre las barrenderas que acuden a los baños públicos de México D.F para limpiarse después de trabajar.
En "Baño de vida", Reyes retrata cómo estas mujeres encuentran en este espacio en extinción un lugar de convivencia, donde entre exfoliación y exfoliación hablan de sus vidas y se confiesan dolores cómo la pérdida de un hijo, el clasismo y la violencia sexual.
La película de Dalia Reyes compite junto a otras siete producciones en el festival Cinelatino de Toulouse, que este viernes entrega el premio al mejor documental. En la selección, las películas de mujeres son mayoría.
Lo que partió como un documental sobre estas instalaciones, antes muy comunes por la falta de agua corriente en las casas, dio un vuelco gracias a su paciente escucha. Para filmar, se sumergió totalmente en la realidad de las barrenderas.
"Yo viví el peligro de sus circunstancias, me vestí con el uniforme, vi el desprecio. Ellas no creían al principio que yo fuera a recoger basura", contó a la AFP desde Toulouse.
"Jamás pensé que iba a comer al lado de un basural. Mi comida estaba sucia", dijo mientras reflexionaba sobre su obra.
- 'Solo las maestras me alentaron' -
Desde ahí, hubo una diferencia abismal en su relación con ellas.
"Las mujeres son más pacientes. Mis amigos documentalistas hombres me dicen puta que 'gueva' (pereza) que hayas estado en un baño tanto tiempo sacando hongos", recordó.
Para Reyes, las mujeres están más a la escucha. "Siempre se les dijo la verdad a estas mujeres. Siempre supieron que iban a aparecer desnudas. Hubo un trabajo previo de conocerlas", dijo Reyes.
"Fue un proyecto que cuando lo conté solo las maestras me alentaron. Los hombres me decían: 'Nunca vas a lograr que se abran'", recordó.
La brasileña Fernanda Pessoa opina que este género atrae mucho a las mujeres.
"El documental es un género, que me parece, que atrae más y más realizadoras, en comparación con la ficción", contó a la AFP Pessoa, que compite en Toulouse con su documental "Historias que nosso cinema (ñao) contava".
La documentalista planteó una reflexión en torno a la "Pornochanchada" un género popular de comedia picaresca de ficción, que durante la dictadura (1964-1985) se convirtió en un canal de expresión de la crítica.
La colombiana Catalina Mesa buscó con "Jericó el infinito vuelo de los días" retratar la realidad en un pueblo típico de Antioquia, en el noroeste de Colombia.
Mesa también eligió retratar una realidad en extinción, a través de los relatos de un grupo de mujeres, que con la melodía suave del acento paisa, cuentan su visión del mundo.
Llegó a Jericó porque tenía una tia-abuela que vivía allí, que era el último lazo de su familia con una realidad más rural. Cuando ella se enfermó, la documentalista decidió viajar al pueblo.
"Es a partir de los encuentros que emerge su realidad y que me dieron sus espacios íntimos ellas me liberan sus sabiduría, sus historias íntimas de vida, sus dolores y sus humores, y finalmente nos libran sus pepitas de sabiduría de la vida", dijo a la AFP la directora colombiana.
"El pacto de Adriana" de la chilena Lissette Orozco también usa el recurso de la intimidad para contar la historia de su familia.
Un día descubre que su tia adorada de la infancia, ídola familiar que vivía en Australia, está acusada de colaborar con la policía secreta de Pinochet, que torturó e hizo desaparecer opositores durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
- Avances están en riesgo -
La paciencia de una intuitiva investigadora se perfila en "Los niños" de Maite Alberdi, una ventana hacia el mundo de los adultos con síndrome de Down en Chile y su lucha por tener autonomía y concretar proyectos como vivir solos o casarse.
La directora sigue a un grupo de adultos que lleva años asistiendo a un centro especializado, donde toman cursos de gastronomía, pero también reciben herramientas emocionales para enfrentar un mundo que les es hostil.
Para Pessoa, los avances logrados por las mujeres están en riesgo.
"En Brasil hemos progresado mucho en los últimos años gracias a las políticas de discriminación positiva puestas en marcha por el Estado. Pero sin embargo, en el contexto actual de Brasil, estos avances están en riesgo", dijo Pessoa.
"Un punto de vista femenino es cada día más importante en este momento en el que el pensamiento conservador retorna con fuerza en muchos países", concluyó.