¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Antonio Rodríguez Jiménez escriba una noticia?
La primera promoción de personal ucraniano acaba de culminar su preparación de cinco semanas en el carro de combate Leopard 2A4 en el campo de instrucción de San Gregorio, el día 15 de marzo volverán a Ucrania a aplicar lo aprendido ya en los carros Leopard que suministre España o resto de aliados
Se han cumplido cinco semanas desde que 55 militares ucranianos llegaron a España a formarse en el manejo del carro de combate Leopard 2A4, el carro de combate principal que los aliados han decidido suministrar a Ucrania en la guerra contra el invasor ruso.
De estos 55 efectivos, 40 eran tripulantes de carros que a la cuenta de cuatro tripulantes por vehículo: jefe de carro, tirador, cargador y conductor, son diez tripulaciones lo que da un numero exacto frente a los diez Leopard prometidos inicialmente por España, seis garantizados al inicio por la Ministra de Defensa en el parlamento y cuatro adicionales prometidos por Pedro Sánchez en su reciente visita a Kiev. Carros que ahora están en exhaustivo proceso de puesta a punto en la factoría de Santa Barbara Blindados, General Dinamics, de Sevilla tras ser rescatados de su almacenamiento del cuartel de Casetas en Zaragoza.
Los otros quince efectivos ucranianos han sido formados como personal de mantenimiento en el Leopard 2A4 cada cinco de ellos en tres áreas: mecánica, electrónica y armamento.
Frente a otros contingentes ucranianos adiestrados en España o actualmente en instrucción, la preparación es de 400 efectivos cada dos meses, que eran reclutas sin experiencia, este personal instruido en carros es militar profesional con experiencia de combate en carros y que ya habían manejado el material acorazado que Ucrania dispone en esta guerra desde su inicio, carros T-72 de manufactura soviética y versiones del mismo fabricadas en naciones del este, como el PT-91 polaco, ya fueran estos los que que se disponían en inventario inicialmente por Ucrania o se suministraron posteriormente por naciones aliadas desde el inicio de la guerra, mas de 400 unidades hasta el momento, a los que se sumarán los Leopard y otros carros en proceso de entrega.
El adiestramiento
El contingente ucraniano llegaba con experiencia bélica en el uso de blindados pero era muy heterogéneo en cuestión de edades, de los 21 a los 60 años y de hecho el miembro más joven era el comandante, un teniente recién salido de la academia, lo que forzaba a una instrucción desde cero en un modelo distinto de carro de combate para los alumnos con una configuración distinta, un Leopard necesita cuatro tripulantes un T-72 solo tres por su cargador automático que por su vulnerabilidad se ha revelado como la mayor debilidad de este carro.
Por ello la instrucción fue al inicio especifica e individualizada para cada tripulante y en exclusiva para el puesto táctico que dentro del Leopard debía cada uno desempeñar: jefe, tirador, cargador y conductor Para este fin el uso de los simuladores sitos en la zaragozana Base San Jorge se han demostrado vitales pues han permitido formar a los tripulantes en los supuestos que no pueden ser adaptados en el adiestramiento real, como el hacer fuego continuamente sin desperdiciar munición. Una vez dominaba cada alumno la disciplina de su puesto concreto la instrucción subía de nivel para que cada dotación de un carro trabajara conjuntamente dentro del carro coordinándose mutuamente y trabajando en conjunto como un equipo.
Tras lograrse este segundo hito la idea es que los cuatro carros de una sección actuaran conjuntamente, con la salvedad que siguiendo el modelo ucraniano se añadía un quinto carro a la sección frente a la organización de cuatro empleada en occidente. El objetivo es que la sección actuara de forma coordinada para avanzar, moverse, maniobrar, atacar, defenderse o retirarse como un equipo que se apoya mutuamente. Para ello el campo de maniobras de San Gregorio era el lugar de adiestramiento ideal por su extensión y lo áspero de su terreno idóneo para blindados y carros de combate junto con el uso continuo de los simuladores.
De los 55 miembros del contingente ucraniano, cuarenta se han adiestrado como tripulaciones y los quince restantes en mantenimiento del Leopard 2A4
La instrucción fue intensiva, doce horas diarias y una vez a la semana se realizaba una continuada de veinticuatro horas, para aliviar la tensión se dejaba libre la tarde de los sábados y se programaron visitas turísticas por Zaragoza.
Tras cinco semanas el adiestramiento concluye el 15 de marzo, ese día el contingente vuelve a Ucrania vía Polonia, de vuelta a su país se encargaran del manejo de carros Leopard 2A4.
El impacto estratégico
Lo cierto es que todos los analistas que siguen el conflicto coinciden generalmente en la idea que un aporte masivo de carros modernos a Ucrania puede ser decisivo en este conflicto pues aunque la 2A4 no sea la versión más moderna del Leopard, la A6 y la A7 son más avanzadas y son las que emplean hoy los ejércitos occidentales, el Leopardo 2E español es la versión nacional del A6. Pero con todo las prestaciones del Leopard 2A4 son muy superiores a la familia de carros basada en los T-72, versiones T-80 y T-90, que equipan las divisiones rusas y que ya han sufrido terribles perdidas en este conflicto.
Con ello un número significativo de estos Leopard, se espera el aporte de hasta un centenar y medio, podrían ser decisivos pues tanto en occidente como los propios ucranianos, y quizá los mismos rusos, son conscientes de esta superioridad tecnológica lo que puede dar un giro decisivo al conflicto ahora estancado en un forcejeo incesante por la ciudad de Bajmut permitiendo a Ucrania pueda lanzar un contraataque masivo esta primavera que quizá decida el curso de esta guerra.
Con las tripulaciones entrenadas solo hace falta la llegada masiva de carros al Ejército Ucraniano, España debería entregar las diez unidades prometidas en abril, con estos en el campo de batalla la Guerra de Ucrania entrará en una nueva fase.