Cuando uno cree que la capacidad de asombro ha alcanzado su límite, siempre ocurre algo que tira por tierra ese pensamiento. Ya tenemos un nuevo récord: el del precio más alto pagado en subasta por un automóvil en este siglo. Se trata de un LaFerrari Aperta, subastado por la friolera de 8, 5 millones de euros (algo más de mil cuatrocientos catorce millones de las antiguas pesetas).

La firma de Maranello comunicó a primeros de este mes, su intención de subastar el sábado 9 de septiembre un ejemplar único de LaFerrari Aperta con motivo del 70º aniversario de su fundación. Con la colaboración de RM Sotheby's, la puja tendría lugar durante el evento "Leggenda e Passione" a celebrar en el circuito de Ferrari en Fiorano. La participación en el acontecimiento requería de invitación especial y las ganancias obtenidas irían a parar a la asociación benéfica Save the Children. La convocatoria ha sido un éxito.

Si el Ferrari LaFerrari Aperta es ya de por sí una serie especial, el que se ha subastado es único: color Rosso Fuoco metalizado con una doble franja en Bianco Italia metalizado en el capó y en la parte trasera, aderezado con interiores de Alcántara negro y fibra de carbono negro brillante con asientos de cuero rematados con costuras rojas. Las características mecánicas del spider híbrido de Ferrari no han cambiado, manteniendo la combinación del V12 de 6.3 litros y propulsión híbrida, que brindan al modelo 950 CV.

La combinación de ejemplar único y ocasión especial se ha plasmado en el astronómica precio de adjudicación comentado al principio. Importe que supera ampliamente el récord anterior de 7 millones de dólares pagados por otro ejemplar excepcional de la misma marca, destinado a recaudar fondos para las víctimas del terremoto ocurrido en Italia central el año pasado.

El hecho tiene aún más mérito si se tiene en cuenta que en la misma subasta se vendieron otras joyas tan exclusivas como un Ferrari 250 GT SWB California (adjudicado en 7, 9 millones de euros), un ejemplar del Ferrari 250 GT Cabriolet de 1958 (4, 7 millones de euros) y otra rareza en forma de 365 GTB/4 de aluminio aparecido en un pajar en Japón (1, 8 millones de euros).

Considerando que el precio de una unidad "normal" del LaFerrari Aperta ronda los 1, 5 millones de dólares, el valor alcanzado en esta subasta supone una guinda más en el pastel del prestigio del Cavallino Rampante, toda una referencia para los propietarios del peculiar descapotable italiano, y una inyección económica considerable para Save the Children, que va a destinar a un programa internacional de educación para los más desfavorecidos.

En cuanto a la "ida de pinza" del comprador, ya se sabe cómo son los chicos con dinero: no solo lo tienen, sino que quieren que se sepa. La altura de miras en cuanto al destino de esa pequeña fortuna compensa ampliamente el dislate.