Iván Budinich Castro

Si Keiko en verdad quiere ganar la segunda vuelta, debe ponerle un bozal a los miembros de su entorno, la imagen que ella trata de proyectar es socavada abiertamente por sus colaboradores de los que uno puede sospechar que trabajan para sus adversarios. Pésimo momento el escogido por Kenji para declarar abiertamente sus pretensiones dinásticas ¿En serio querrá que Keiko gane o está esperando su gran momento en 2021? No es nada difícil visualizar un escenario postalbertista donde el fujimorismo termine dividido y se termine diluyendo rápidamente en la misma ruta del odriismo. El tiempo lo dira. Imagen: Perú21

Incluso sin contar la incontinencia verbal de sus líderes, el fujimorismo la tiene difícil. Si omitimos su pasado lobista; PPK es de lejos mejor candidato y mucho más experimentado que lo que puede ser Keiko quien solo tiene tres cartas definitorias a su favor, el hecho que el ppkausismo prácticamente carece de aparato partidario, la edad de Pedro Pablo Kuczynski, lo cercana que resulta la propuesta del todavía ciudadano norteamericano a la plataforma de seguridad del toledismo. Con eso debería bastar para que el fujimorismo pueda darle una dura batalla al candidato PPK.

PPK por su lado, tiene de su lado al antifujimorismo-43% de los votantes de PPK solo lo serian para impedir la victoria de Keiko-, el hecho que resulta muchas veces mejor candidato que Keiko y su larguísima experiencia en el manejo del aparato público. En verdad, el apoyo de la izquierda resulta superfluo, votaran por PPK quieran o no quieran para detener al fujimorismo. Votarían por el diablo en persona para impedir lo que según ellos sería la reivindicación de la malvada dictadura. A propósito, es un mal negocio para PPK juntarse con la desprestigiada Villaran, solo le está dando vida extra a un putrefacto cadáver político y no va a ganar un solo voto que ya no tenga a cambio.No me sorprende que Julio Guzmán se haya abierto de Todos por el Perú, a lo lejos se veía venir ¿Se imaginan si llegaba a ser gobierno tremendo improvisado? Pero claro, los imbéciles pulpines corren tras el primer oportunista con cara de novedad que aparece por ahí.

Al rojerío le deben de estar dando agruras, al fin Ronald Gamarra tuvo que admitir que Alberto Fujimori no fue condenado por crímenes de lesa humanidad. La necedad de Kenji ha servido para encubrir de alguna forma esta declaración que ha pasado totalmente desapercibida.

El post de nuestro director, Frank Krklec sobre Máxima Acuña ha demostrado lo duro que es para algunos ver más allá de sus complejos y su indigenismo posero. Doña Máxima no es ?como astuta y legítimamente ha querido presentarse- una pobre campesina enfrentada al terrorífico poder de la malvada minera Yanacocha, es más bien una emergente clasemediera rural enfrentada a un desprestigiado ?por su negro historial de errores- conglomerado minero que ahora cosecha lo que ha sembrado.

Toda historia tiene dos lados, no tiene sentido alguno que los proMaxima ?una posición totalmente legítima- salten hasta el cielo porque alguien se atreve a presentar la otra cara de la moneda. Es gracioso como piden tolerancia cuando es lo último que la santa inquisición progre le ofrece a los que se atreven a cuestionar sus dogmas de fe. Hago publicas mis condolencias por el temprano fallecimiento del distinguido periodista Victor Robles Sosa, desde esta pequeña trinchera haremos honor a su memoria combatiendo sin descanso contra el populismo. Que la tierra le sea leve.

Nos leemos.