¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Blog Catarsis Y Harakiri escriba una noticia?
Autor: Luis A Giampietri Rojas
Fuente: Expreso
Durante varios días he dudado en hacer este artículo. Las noticias que han manejado los medios me llevan a pensar que cualquier cosa que se diga va a servir de poco. El lío está hecho, los comandos de Chavín de Huántar están nuevamente en medio de la tormenta y eso nos arrastra a nosotros los rehenes.
Imagen: Peruenvideos.com
Me explico mejor, en parte de mi libro titulado "Rehén por Siempre" traté de definir cómo nos sentimos los que estuvimos en esa calidad durante los ciento ventiséis días que duró el secuestro dentro de la Embajada del Japón. Gráficamente explicaba que no éramos dueños de ninguno de nuestros sentidos, veíamos lo que querían que viéramos, oíamos lo que querían que escucháramos, olíamos lo que querían que oliéramos, tocábamos lo que querían que tocáramos, gustábamos lo que ellos querían que gustáramos. Todos opinaban sobre nuestro futuro, Fujimori tenía su juego, los terroristas el suyo, la Cruz Roja. Los mediadores, los periodistas opinaban sobre nuestro futuro, la mayoría en buena onda, pero algunos con deseos de que no nos fuera bien al final. Todo esto transcurría mientras que nosotros escuchamos con el desencanto, el desencanto producto de la impotencia de no ser escuchados por aquellos que estuvieran decidiendo sobre nuestro destino.
Cuando termino este capítulo duro, oprobioso, miserable, la mayoría de nosotros se preparó en su interior, luego de superar los miedos remanentes, a olvidar los detalles de este secuestro. Poco nos duró este optimismo, antes de 2 años, un desagradecido ex rehén de origen japonés denunció ejecuciones extrajudiciales de tres rehenes, yendo a contracorriente con los demás rehenes que agradecían hasta la saciedad el esfuerzo hecho por el Gobierno, los comandos y los propios rehenes, con lo que se inició una terrible persecución contra los rehenes como los comandos del Grupo Chavín de Huántar, la que ha durado casi doce años.
Durante este tiempo, todos hemos asistido a diferentes juzgados en donde hemos sido interrogados por jueces, fiscales, procuradores, abogados de parte, periodistas, numerosas horas, algunas veces con agresividad propia de la parcialidad ideológica de algunos de ellos o consignas de las diversas ONG que financiaron y financian aún a la defensa de los terroristas.
Hace unas semanas la Corte Suprema de Lima decidió emitir un fallo absolutorio algo confuso por el cual se liberaba a los comandos pertenecientes al Gupo Chavín de Huántar de la acusacion de ejecuciones extrajudiciales producidos contra tres de los terroristas, reservando, por no haber podido determinar quién lo hizo, la acusación de ejecución extrajudicial en el caso del terrorista llamado Tito. Con esta decisión se dejaba la nube de que había habido ejecuciones extrajudiciales en la operación, manchándose el éxito de la misma.
Esto sucedió a pesar de que en ambas instancias se han presentado testimonios contundentes hechos por científicos extranjeros que contradicen plenamente el dictamen forense en que se basan las sentencias. Reconozco no entender cómo pruebas tan concluyentes han sido desechadas, ya que ellas demostraban fehacientemente la no ocurrencia de ejecuciones extrajudiciales de ninguno de los terroristas.
Evidentemente esta oportunidad está siendo aprovechada por las ONG de izquierda las que amenazan con llevar el caso nuevamente a la corte con el fin de probar irregularidades en el juicio con lo que, si este intento tiene éxito, nuevamente estaremos en un largo juicio, el Poder Judicial sufrirá un terrible desprestigio y la moral de los combatientes sufrirá un duro golpe.
Desgraciadamente aun partidos políticos de oposicion al Gobierno se han sumado a la grita, anteponiendo sus intereses partidarios políticos a los intereses de los defensores del Estado, los comandos Chavín de Huántar y los rehenes.Haciendo que nuevamente, nosotros, los rehenes vivamos, por no se sabe por cuánto tiempo, el jaloneo de un nuevo proceso.
Así no hacemos patria, más aún así la destruimos. Lo bueno lo convertimos en malo, el orgullo lo transformamos en vergüenza.
Sr. Presidente, no permita que esto suceda. No deje que nos vuelva a manosear la Corte Interamericana y su comisión, y si así lo intentaran, establezca definitivamente nuestra independencia jurídica.
No permita que las ONG caviares sigan atacando los derechos del Perú utilizando dineros interesados del extranjero.