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En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres
San Juan 1: 1, 3, 4. “En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”.
Colocenses 1: 17, 16. “Y él es antes que todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.
San Juan 1: 14, 15. “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de
verdad; Y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre. Juan testificó de él diciendo: «Este es de quien yo decía: “El que viene después de mí es antes de mí, porque era primero que yo”.
1ra Juan 1: 1, 5. “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto
con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida. Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz y no hay ninguna tiniebla en él”.
Dios mandó que de las tinieblas, resplandeciese la Luz.
2da Corintios 4: 6. “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz,
es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”.
San Juan 1: 5, 9. “Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. Aquel era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo”.
Aclaración de la palabra verdadera.
San Juan 15: 1. “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador”.
En el principio Dios creó la Luz.
Génesis 1: 3, 4. “Dijo Dios: Sea la luz. Y fue la luz. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas”.
Isaías 45: 7. “Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago la paz y creo la adversidad. Solo yo, Jehová, soy el que hago todo esto”.
San Juan 11: 9, 10. “Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él”.
Luz para ser revelada a los Gentiles.
Isaías 9: 2. “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos”.
San Lucas 2: 32. “Luz para ser revelada a los Gentiles y gloria de tu pueblo Israel”.
San Juan 8: 12. “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Isaías 10: 17. “Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas”.
Estudio recopilado del Maestro EZEQUIEL ATAUCUSI GAMONAL.