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Les compartimos este artículo publicado ayer en un medio español sobre las elecciones en Italia. Según las noticias, el día de hoy ya se dieron los resultados de las elecciones italiana s : Bersani gana pero Berlusconi consigue mayoría en el Senado. (Fuente : Diario El Comercio )
Editorial del programa Sin Complejos del domingo 24/2/2013
Fuente: Libertad Digital Hoy celebra Italia elecciones en un contexto que merece la pena detenerse a analizar, porque puede servirnos para tratar de entrever qué puede ocurrir en España a corto plazo.
El sistema electoral italiano tiene algunas peculiaridades bastante curiosas. Los diputados se distribuyen proporcionalmente entre los partidos y coaliciones que concurren a las elecciones, con una doble barrera: para poder obtener escaños, hay que conseguir un 10% de los votos a nivel nacional en el caso de las coaliciones, o un 4% en el caso de los partidos que se presenten independientemente. Si una coalición obtiene menos del 10% de los votos o un partido obtiene menos del 4%, se queda sin ningún escaño. Con lo cual se pueden dar paradojas como que un partido con el 5% de los votos entre en el Congreso, mientras que una coalición con el 9% se quede fuera.
Además, el reparto de escaños favorece a la lista más votada, que siempre se quedará con un mínimo del 55% de los escaños, lo cual garantiza al ganador la mayoría absoluta del Congreso. En este sentido, el sistema electoral italiano recuerda al griego, que también tiene una norma similar para favorecer la estabilidad del gobierno.
En las elecciones anteriores, en el año 2008, ganó la lista de derecha encabezada por Berlusconi con un 47% de los votos, derrotando a la de izquierda, que solo obtuvo el 38%. El centro, con el 5%, quedó en tercera posición.
Las turbulencias financieras y la presión de Bruselas dinamitaron la coalición que apoyaba a Berlusconi, con lo que éste se vio obligado a dimitir a finales de 2011 y a ceder su puesto al tecnócrata Monti, igual que en Grecia la Unión Europea obligó a dimitir al socialista Papandreu.
Todo eso, igual que sucedió en Grecia, ha credo un panorama en el que las categorías derecha e izquierda han empezado a complicarse, al aparecer a izquierda y a derecha tanto defensores como detractores de los ajustes impuestos por Bruselas.
Así, a las elecciones de hoy en Italia concurren cinco listas con posibilidades de obtener escaño. En el centro-derecha, compiten Berlusconi, contrario a Bruselas, y Monti, favorable a Bruselas. En la izquierda, compiten los socialdemócratas de Pier Luigi Bersani, favorables a Bruselas pero con matices; el partido Revolución Civil, que sería similar a nuestra Izquierda Unida y que es contrario a Bruselas, y el Movimiento 5 Estrellas del humorista Beppe Grillo, que es similar al 15M español o al partido Syriza de Grecia, y que también es contrario a Bruselas.
Como vemos, la política italiana ha quedado dividida según dos ejes distintos, igual que sucedió en Grecia: por un lado, la tradicional división izquierda-derecha, y por otro la división a favor y en contra de la política económica impuesta por Bruselas. Con lo cual, se da la paradoja, por ejemplo, de que los mercados financieros están deseando la victoria de los socialdemócratas, frente a un Berlusconi que, aunque es de derechas, no está dispuesto a dejar que Bruselas le dicte la política.
Según las últimas encuestas de opinión publicadas legalmente en Italia, hace ahora dos semanas, la derecha (es decir, Berlusconi y Monti) obtendría el 43% de los votos, frente al 55% de la izquierda. Pero si hacemos el cálculo según el otro criterio, los partidos favorables a Bruselas (es decir, los socialdemócratas y Monti) obtendrían el 49% de los votos frente al 48% de los contrarios a Bruselas (es decir, Berlusconi, más los comunistas y la extrema izquierda antisistema de Beppe Grillo). La lista más votada sería la de los socialdemócratas, con un 37% de los votos, con lo que las posiciones favorables al pacto con Bruselas se garantizarían la mayoría absoluta del Congreso, gracias a la sobreprima de escaños que obtiene el ganador de las elecciones. El segundo puesto lo lograría Berlusconi, con un 29% y el tercer puesto se lo quedaría el Movimiento 5 Estrellas (el 15-M italiano) con un 16%.
Hasta ahí, todo bien. Pero el problema es que esas encuestas son de hace dos semanas y la campaña electoral parece que ha hecho moverse las cosas. Por ejemplo, el acto de fin de campaña más multitudinario, con más de 100.000 asistentes, fue el del Movimiento 5 Estrellas, la extrema izquierda, lo que complica mucho el panorama.
Si ese 15-M italiano lograra quitarle a los socialdemócratas el número suficiente de votos, Berlusconi podría ganar. Lo cual sitúa a los electores de izquierda italianos en una curiosa disyuntiva: o votar socialdemócrata y ver entonces cómo el gobierno de izquierda se dedica a obedecer lo que de Bruselas le llegue; o votar al humorista Beppe Grillo y ver entonces cómo el odiado derechista Berlusconi se hace con el gobierno y empieza a tocarle las narices a Bruselas. Es decir, la pregunta que muchos electores italianos de izquierda se harán hoy es: ¿contra quién voto, contra Berlusconi o contra Bruselas? Y la respuesta no es sencilla.
En el lado de la derecha, los electores se enfrentan a un dilema similar. Si votan a Berlusconi, podrían evitar que los socialdemócratas se hagan con el gobierno, pero a cambio de entregárselo a un Berlusconi que va a jugar al populismo anti-Bruselas; pero si votan a Monti, la izquierda se haría con el gobierno italiano. Con lo cual, la pregunta que muchos electores italianos de derecha se harán hoy es: ¿a favor de quién voto, de mi amada derecha o de la política económica de Bruselas? Y, de nuevo, la respuesta no es nada fácil.
Todo esto tiene dos influencias distintas sobre España:
1) Por un lado, nos avisa de lo que va a ocurrir en nuestro país a corto plazo. Igual que en Grecia y en Italia, aquí el eje tradicional izquierda-derecha va a verse complementado por otro eje a favor y en contra de los recortes impuestos por Bruselas, lo que hará dividirse transversalmente a la derecha y a la izquierda. Por si fuera poco, en España tenemos un tercer eje, nacionalismo-centralismo, que complica aún más el panorama.
2) Por otro lado, lo que pase hoy en Italia tendrá una influencia directa sobre la estabilidad del euro y la prima de riesgo española. Si los partidarios de Bruselas no se hacen con el control del Congreso italiano, las turbulencias están aseguradas, especialmente porque nos estamos acercando peligrosamente a unas cruciales elecciones alemanas en las que Angela Merkel se juega su futuro también. De hecho, la tranquilidad no está asegurada ni siquiera aunque ganen hoy los partidarios de Bruselas, porque su grado de legitimidad para imponer nuevos recortes a la población dependerá de la contundencia de su victoria.
En resumen, que les recomiendo que echen un ojo a las elecciones italianas, cuyo resultado conoceremos mañana, porque nos dirán bastante sobre lo que va a pasar aquí con la economía y la política en las próximas semanas y meses.