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Por: Iván Budinich Castro Susana Villaran electa como alcaldesa de Lima en el 2010 fue la antesala de la victoria de Ollanta Humala y un extraño contubernio entre la izquierda radical y el segmento de la derecha light en la segunda vuelta de la elección presidencial de 2011.
Susana Villaran reelecta en 2014 es igual a Nadine Heredia, Ana Jara, Daniel Abugattas o cualquier otro candidato que la coalición entre el humalismo, las izquierdas y la derecha caviar quiera imponernos en 2016. Eso significa en el mejor de los casos la continuidad del enfriamiento de la economía y el deterioro institucional que ello conlleva. En el escenario de nuestras pesadillas, el ingreso de nuestro país sin tapujos en la órbita del socialismo del siglo XXI, el foro de Sao Paulo. Se puede decir que es un escenario apocalíptico ya descartado por las ambiciones nadinisticas. Algunos descartamos de plano dicho escenario, pero con los Humala-Heredia sueltos en una escena carente de fuertes estructuras de contención como pueden ser partidos políticos organizados y con buena parte de sus bases tan cercanos y admiradores del socialismo latinoamericano, nunca se sabe.
En todos los horizontes, para el proyecto humalista de la reelección conyugal y de refilón para las izquierdas es imprescindible la victoria de Susana Villaran en Lima por consiguiente para eliminar o al menos reducir sus posibilidades es necesario evitar a toda costa la victoria de Villaran en las elecciones de octubre en Lima.
Luis Castañeda Lossio el favorito para esta elección (todavía favorito) y Salvador Heresi, el expectante tercer lugar significan recuperar la hegemonía del centro político en Lima y detener al menos en parte el proceso de acumulación de las izquierdas todavía aupadas en el proyecto villaranista y de sus socios políticos.
Dentro de este proceso de reacomodación de fuerzas políticas, solo Heresi representa una posibilidad aunque limitada de renovación de actores en nuestro escenario político, su emergencia como un candidato fuerte al lograr duplicar su intención de voto en las ultimas semanas de acuerdo a la reciente encuesta de Datum, puede sin embargo terminar favoreciendo a Susana Villaran al debilitar seriamente las posibilidades de Luis Castañeda como me lo ha hecho notar un informado amigo.
Es probable, pero bastante difícil. El voto que se desplaza desde Castañeda es poco proclive a irse hacia Villaran y Heresi bien podría desplazarla del segundo puesto en las encuestas antes de convertirse en una seria competencia para Castañeda en las próximas semanas. Es más, en su último y desesperado esfuerzo por eliminar a Castañeda de la contienda electoral, los electores más duro de Villaran y su proyecto podrían terminar votando por Heresi en virtud de detener lo que para ellos es el mal mayor y las menores posibilidades de Villaran de lograrlo.
Si las tendencias siguen como hasta ahora, es muy probable que Villaran acabe relegada a un tercer puesto en la lid de octubre, aunque no podemos descartar que Salvador Heresi acabe convirtiéndose en su principal aliado. Dicen que octubre es mes de milagros.