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Clientes y simpatizantes de tradicional local habían pedido al arzobispado cusqueño, dueño del inmueble, que no cierre el local
Pese al pedido de centenares de clientes y simpatizantes del emblemático café Ayllu al Arzobispado del Cusco, propietario del inmueble, para que no ponga fin a sus actividades, el tradicional local cerró hoy sus puertas de manera definitiva después de 40 años.
Los dueños del café, considerado por los vecinos de la Ciudad Imperial como parte de su identidad, desocuparon hoy el local ubicado en la Plaza de Armas. Según informa la agencia Andina, Pericles Beltrán, administrador del café, entregó las llaves a un representante del Arzobispado del Cusco, propietario del local que promovió una acción judicial de desalojo.
Beltrán explicó que se retiró de forma pacífica, sin oponer resistencia, y que no comunicó nada a los vecinos del Centro Histórico con la finalidad de no ocasionar problemas. Dijo, además, estar profundamente apenado porque el local significa mucho para su familia y sus padres, quienes lo fundaron hace cuatro décadas.
Esta situación motivó que clientes y simpatizantes del tradicional café entregaran al arzobispado cusqueño 700 páginas con rúbricas para solicitar que no se cierre el local
Refirió que los muebles, enseres y utensilios del café fueron trasladados al segundo piso del local, área donde tiene instalado un restaurante que seguirá en su posesión por tres meses más, ya que también es materia de otro proceso judicial de desalojo.
Como se sabe, el Arzobispado de Cusco le alquiló durante muchos años el local a la familia Beltrán. Cuando se estaba negociando la renovación del contrato, hace tres años, el arzobispado les hizo saber que ya no quería inquilinos, sino socios. Esta nueva denominación planteaba el aumento del alquiler a más del doble y los obligaba a invertir una suma de US$200.000 para la refacción del local y entregar 10% de las ganancias mensuales. La situación los llevó a juicio.
Esta situación motivó que clientes y simpatizantes del tradicional café entregaran al arzobispado cusqueño 700 páginas con rúbricas para solicitar que no se cierre el local. ElComercioPeru.