¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Fran Laviada escriba una noticia?
E Stoy encantado de haberme conocido.
¡Sí, digo bien, de haberme conocido!
Y no digo de haberte conocido.
Si no de haberme conocido a mí.
¡A mí mismo!
Me vas a perdonar, pero ahora me importa más el Mí que el Tú.
En otro momento hablaremos de ti.
De tus deseos, de tus ilusiones, de tus metas.
Pero ahora el que importa soy yo.
No pienses que soy un egoísta.
Aunque en un momento dado si puedo parecerlo.
Nadie es perfecto, y yo no soy la excepción.
¡Perdona, si quiero ser hoy el protagonista de la historia!
Pero no lo voy a negar, así es.
Hoy quiero hablar de mí.
Aunque sin extenderme, ni colgarme medallas.
No se trata tampoco de cansar al personal.
Ni de ser pesado y aburrido.
Y mucho menos de resultar pedante.
Qué es lo que les ocurre, a los que hablan mucho de ellos mismos.
Esos del Yo, Yo, Yo y solamente Yo.
Tampoco hace falta eso.
¡Tan solo, quiero decir que estoy contento de haberme conocido!
Puede que tú todavía no te hayas conocido a ti mismo.
Es probable que todavía no te mires lo suficiente en el espejo.
Y quizá cuando lo hagas, la imagen que veas sea la de un extraño.
Tendrás que seguir intentándolo.
Yo he gastado muchos espejos de tanto mirarme.
Y también he roto algunos.
Incluso, un par de ellos salieron volando por la ventana.
A veces me gustaba poco lo que veía.
Otras, la nitidez de la imagen reflejada en el cristal era demasiado cruda.
Y para qué engañarnos, más de una vez, lo que vi me resultó insoportable.
Puede que a ti te suceda lo mismo en algún momento, pero no te asustes, tan solo es cuestión de acostumbrarse, algo que con el tiempo vas a conseguir, aunque con mucho esfuerzo, no te lo voy a negar.
Pero como ya te dije, hoy solo quiero hablar de mí, en estos momentos, soy lo más importante de mi vida, entiende pues, que me lo tome muy en serio.
D Espacito, paseando.
El viento agradable, que llega.
Frescor vital.
Brisa suave que aterriza en la cara.
Solitario en la playa.
Huella en la arena.
Fotografiando la pisada.
La ola que se acerca.
Sal marina salpicando.
Espuma de limpia blancura.
Agua cristalina.
El sol que brilla.
Luz de vida.
Gaviotas en grupo planeando.
En majestuoso vuelo elegante.
Miradas al cielo.
Arriba, espacio gigante.
Abajo, la inmensidad del océano.
Eco de caracola.
Pasitos de cangrejo.
Pequeñas piedras y conchas.
Resaca que arrastra.
El velero que se va.
En la lejanía el horizonte.
En el mar la botella.
Dentro, el mensaje.
Y mientras, yo esperando...
Continuará...
"Colección Papiro Fugaz".