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Las situaciones de Italia y España no son por tanto equiparables
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El reloj del tiempo
En Italia el jefe del Estado además de ser el máximo defensor de la Carta Magna desempeñará su papel de garante del cumplimiento de los tratados europeos. En España el Rey no dispone de ninguna de las armas con las que cuenta el presidente italiano. Puede, eso sí, dirigirse a la nación con un mensaje rotundo cuando ve en peligro el orden constitucional como hizo ante los acontecimientos en Cataluña. Sin embargo, en Italia esto puede originar otro problema. Sergio Mattarella ha sido muy criticado por quienes estiman que ha interferido en la formación de gobierno y la selección de ministros. Los populistas buscan un enemigo para remarcar su perfil. Con un Berlusconi sin rumbo y la socialdemocracia en pleno proceso de autodestrucción queda Mattarella para abrir una crisis institucional.
Las situaciones de Italia y España no son por tanto equiparables. Lo que sucede es que la crisis política italiana ha vuelto a poner el acento en el Sur de Europa. Al coincidir con la moción de censura en España a la inestabilidad se han añadido confusión y desconcierto.
Lo único que vuelven a indicar estas crisis es la necesidad de que de una vez se instaure una gobernanza económica europea coherente y capacidad presupuestaria. Y ello justamente para que la eurozona no esté influida por crisis nacionales, como pasa ahora.
El éxito de la moción de censura lanzada por Pedro Sánchez, llega en un momento económico complicado y no exento de grandes riesgos. Hemos visto durante la semana varias señales que así nos lo indica, tanto en el ámbito doméstico, europeo e internacional.
Desde el punto de vista internacional el protagonista de la creciente complejidad es Estados Unidos. En primer lugar, tenemos la posibilidad de una guerra comercial de la primera potencia del mundo frente a China, Europa, Canadá y países Iberoamericanos. No creo que haga falta volver a repetir los mensajes que, desde diferentes instituciones y foros, de diferente corte y sesgo, con los que vienen alertando de lo que esta posibilidad podría traer. Es evidente las formas y la estrategia amenazante para luego sentarse a negociar, pero no se debe minusvalorarse el peligro de una guerra comercial y sus nefastas consecuencias.
Si hablábamos, hasta el momento, de un fantasma como es el proteccionismo comercial lo siguiente es ya una realidad. La línea política que Trump viene haciendo en el tema de Oriente Medio se ha traducido en un fuerte repunte del precio del petróleo. Estamos viendo como la inflación se va al alza, hasta el momento y desde hace tiempo ese problema no se tenía, ahora cada vez parece materializarse más el problema de las subidas de precios. Detrás de esa subida de precios, ciertamente a niveles del dos o poco más en principio, mis miedos pueden parecer un poco extremo. No lo es, volver al dos% o sobrepasarlo puede impulsar a subidas de tipos de interés, algo especialmente sensible para un país como el español.
Es por ello que, aunque tutelado todavía por Raúl Castro, que se ha reservado la toma de las decisiones más trascendentes,
Los peligros sobre la economía española que supone un precio de petróleo alto son importantes y, debe dársele una relevancia tremenda en el análisis. Es mayor inflación, es restar por la importación de hidrocarburos a nuestra economía crecimiento económico, es la amenaza de una subida de tipos en un país tremendamente endeudado. Si hasta ahora el precio del petróleo ha supuesto combustible, del bueno, para impulsar la economía española, ahora puede convertirse en un fuerte freno para el crecimiento.
De hecho, las relaciones económicas y comerciales entre los dos países se han intensificado en los dos últimos años y España es ya el país con más empresas mixtas y más sucursales implantadas en Cuba, con una destacada presencia en el sector del turismo y los servicios. Especial interés merece la Zona Especial de Desarrollo Mariel, donde hay instaladas ya cinco empresas españolas: Logística Hotelera del Caribe del Grupo Iberostar, el Grupo TOT Color Fondos de Inversión del Banco Sabadell, COI Constructora Suchel y Profood Service.
Actualmente, hay unas 120 empresas españolas instaladas en este país, a pesar de lo cual las cifras de inversión española en Cuba son todavía pequeñas y ocupa el puesto 53 en el ranking de destinos de las inversiones españolas. El temor a las sanciones de EEUU por la aplicación extraterritorial -en contra del Derecho Internacional- de la Ley Helms Burton aparece como una de las causas principales de esta modesta presencia inversora. En el terreno de los intercambios comerciales, España es, junto con Venezuela, uno de los primeros suministradores de bienes en la Isla Caribeña y el primer mercado proveedor de la UE.
Cuba está muy interesada en aprender de las reformas que han transformado las economías de otros países y España es su mejor modelo y existe especial interés en atraer capital español para los sectores de energía, construcción e industria agroalimentaria.
El Banco Central Europeo viene advirtiendo ya de visos de desaceleración. La economía europea, fruto del movimiento del precio del petróleo, está comenzando a sufrir también las consecuencias de un precio del crudo más alto. Estamos asistiendo a una cierta saturación del crecimiento justo cuando empieza a despertar la inflación, mucha atención a las cifras de esta variable en Alemania.
los primeros pasos del nuevo equipo económico de La Habana parecen apuntar hacia una diversificación más amplia de sus relaciones económicas internacionales y hacia una progresiva apertura e integración en el mercado global.
Cuba está muy interesada en aprender de las reformas que han transformado las economías de otros países
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