España ganó a Brasil (28-27) y se clasificó para los cuartos de final del Mundial de balonmano, este sábado en Montpellier, en un igualado duelo en el que el combinado sudamericano se fue al descanso con una ventaja de dos goles (18-16).

Los Hispanos jugarán por una plaza en semifinales con el ganador del Croacia-Egito, que se disputa el domingo en Montpellier.

"No hemos estado todo lo duros que debíamos en defensa, hemos sufrido", reconoció el internacional español Dani Sarmiento.

Brasil demostró su crecimiento en este deporte ante su antiguo seleccionador Jordi Ribera, ahora a los mandos de España. Cuartofinalista en los pasados Juegos como local, puso las cosas muy difíciles al equipo ibérico, que no se clasificó para la cita olímpica.

El mejor jugador del partido fue el arquero brasileño Cesar Augusto Almeida, que consiguió 14 paradas en 38 tiros. También destacó el central Joao Silva con 7 goles.

Por debajo en el marcador a siete minutos del final (26-25), España remontó gracias a Alex Dujshebaev y a Valero Rivera (cuatro goles), sus dos mejores hombres en el tiempo decisivo.

En la portería española Gonzalo Pérez de Vargas (4 paradas, 18% de acierto) no tuvo su mejor día. Sí brilló su suplente Rodrigo Corrales (6 paradas, 40%), que jugará la próxima temporada en el París Saint-Germain.

En otro de los duelos de esta primera jornada de octavos Eslovenia se impuso a Rusia (32-26) en París y disputará una plaza en semifinales con el ganador del partido del domingo entre Alemania y Catar.

En un partido igualado y repleto de alternativas en el marcador, sobre todo en la primera mitad, Rusia llegó al descanso dos goles por delante (15-13), pero no fue capaz de aguantar en la segunda mitad.

- Francia, de récord -

Además Francia, anfitriona y gran favorita a renovar el título, se impuso a la siempre incómoda Islandia (31-25) gracias a su despliegue ofensivo y a la sobriedad en el arco de Thierry Omeyer, con una efectividad superior al 30%.

Lo hizo en una verdadera fiesta de balonmano, con 28.010 espectadores en Lille, el récord en un partido del Mundial, superando las 25.000 personas que asistieron en 1999 al Suecia-Rusia (25-24) de la final del torneo que se disputó en Egipto.

El equipo local jugará en cuartos ante el ganador del duelo del domingo entre Bielorrusia y Suecia.

Los islandeses, además, pagaron muy caro las 14 pelotas perdidas (por 9 de los franceses), permitiendo a los galos explotar el contragolpe, una de sus mejores armas.

Michel Guigou fue el máximo anotador de los franceses, con seis tantos, aunque del partido lo fue el islandés Runar Karason, con siete.

Antes Noruega se impuso claramente a Macedonia (34-24) para lograr la clasificación a cuartos. Su rival por las semifinales saldrá del Hungría-Dinamarca.

En el primer tiempo, los balcánicos aguantaron en el marcador gracias a la defensa, pero tras la pausa el ataque nórdico se impuso claramente, para firmar un parcial de 22-14 en los segundos 30 minutos de juego.

Los noruegos Magnus Jondal y Eivind Tangen y el macedonio Kiril Lazarov, con seis goles cada uno, fueron los máximos anotadores del partido.