¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Andrés Muñoz Barrios escriba una noticia?
Primero de una serie de varios ensayos sobre la obra "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva"
INTRODUCCIÓN.
Descubrí la obra “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” a principios del año 2012. Había oído hablar mucho de ella, como obra fundamental para entender la vida y lograr un verdadero crecimiento personal y profesional. Yo había leído por entonces otras muchas obras sobre desarrollo personal e inteligencia emocional, e ingenuo de mí pensaba que esta sería "una más", por lo cuál no estaba entre mis objetivos de lectura a corto plazo. Pero finalmente fue la insistencia de un amigo lo que me animó a leerlo.
Con su lectura descubrí que efectivamente se trataba de una guía fundamental para todo lo que hacemos en nuestras vidas. Covey ha sabido sintetizar con brillantez aquello que convierte a los individuos en personas excelentes.
Hace varias semanas comencé a leer (y estudiar) por tercera vez este libro, ya que no estamos ante una obra para leer y dejar olvidada, sino que requiere de un continuo estudio y análisis. Cada vez que se aborda un capítulo, aunque se haya leído varias veces, se descubre una nueva enseñanza, o se interioriza mejor una enseñanza anterior.
Y en esta tercera lectura he ido recabando notas y apuntes que voy a transformar en una serie de ensayos, a modo de síntesis de “Los 7 hábitos”.
Este es el primero de dichos ensayos, y está dedicado a instruir al lector en los conceptos básicos en los que se asientan “Los 7 hábitos”.
EFECTIVIDAD PERSONAL
Es la cualidad de generar los resultados apropiados y esperados mediante acciones, en los distintos medios y con las distintas personas que interactúa.
Resultados apropiados: Lo primero a destacar de esta breve definición de efectividad personal es que hablamos de resultados apropiados, adecuados a la buena fe y dentro de la legalidad. Hablamos de lograr relacionarnos mejor con nuestra familia, con nuestros amigos, o conseguir realizar mejor nuestro trabajo. Pero engañar a un familiar para lograr un objetivo no estaría dentro de lo que entendemos por efectividad.
Resultados esperados: Se trata de dirigir nuestra vida, por lo que los resultados que logramos son los que hemos planificado. En contra, alguien que no controla su propio rumbo, sus sentimientos o reacciones, puede encontrar resultados que le parezcan apropiados, pero no será una persona efectiva en tanto que no lo habrá logrado proactivamente y de manera planificada, sino por azar o gracias a otros.
Interdependencia: Hablamos no solo de lograr un control de la propia persona, en base a una efectividad intrapersonal. Sino de un control del medio en el que se mueve e interactúa, y de su relación con el resto de personas con las que se desenvuelve en dichos medios, una efectividad intrapersonal. Es decir, no se trata solo de autonomía personal, entendida como la capacidad de controlar nuestras emociones y nuestros resultados en casa, en el trabajo, o con los amigos. Se trata de ser efectivo también en nuestras relaciones interpersonales con las distintas personas con las que interactuamos en casa, en el trabajo o en nuestro círculo de amistades. La realidad es interdependiente.
Cualidad: Según el Diccionario la palabra cualidad significa “Rasgo, componente permanente, diferenciado, peculiar y distintivo de la naturaleza o la esencia de una persona o cosa que contribuye, junto con otros, a que alguien o algo sea lo que es y como es.” Por lo cual se trata de interiorizar la efectividad como un rasgo personal propio. Esto se logra adquiriendo los hábitos adecuados.
PRINCIPIOS Y VALORES
La realidad es objetiva, pero nosotros la percibimos de manera subjetiva, por medio de nuestros sentidos, y procesamos dicha información en base a nuestras creencias y conocimientos. Por ello, aunque la realidad pudiera afirmarse por las leyes de la física que es subjetiva, dos personas distintas con valores y creencias distintos, podrían entender de manera distinta un mismo hecho objetivo. Por lo que podríamos afirmar que para un ser humano la realidad es siempre subjetiva.
Hablamos de interpretar en tanto que, como dijimos, percibimos de manera subjetiva la realidad, a través de nuestros sentidos y creencias. Por ello, para comprender lo mejor posible dicha realidad es necesario contar con el mapa adecuado, y dicho mapa son los Valores.
Las personas altamente efectivas viven su vida en base a los valores adecuados. Pero ¿cuáles son y cómo determinamos dichos valores? Si los valores son un mapa, este tendrá que ser lo más parecido al terreno que vamos a explorar, pues nuestra interpretación del terreno vendrá determinada por el mapa que estemos utilizando.
Existen unos principios universales inherentes a los seres humanos, que todos compartimos de manera independiente a nuestra raza, época, religión o postulado. Podríamos enumerar aquí algunos como el respeto a la vida, la libertad, la igualdad, la justicia, o el respeto a las otras personas. Muchas veces, incluso cuándo nuestras creencias o nuestros sentimientos nos llevan a lesionar algunos de estos principios naturales, nuestra brújula interior nos dice que no estamos haciendo lo correcto, inconscientemente sabemos que hay algo que no estamos haciendo bien. De la misma manera, cuándo ayudamos a los demás, o realizamos acciones acordes con dichos principios naturales intuimos que estamos haciendo lo correcto.
Resultados adecuados a la buena fe y a los correctos valores
El Derecho Natural, de gran importancia a lo largo de la historia de la humanidad, es un ejemplo del intento del ser humano por entender y regirse por dichos principios naturales.
Pero no podemos conocer de manera empírica o positiva dichos principios, puesto que como pasa en el resto de ciencias sociales el objeto de estudio somos nosotros mismos, el ser humano. Sin embargo, sí podemos aproximarnos lo máximo posible mediante los Valores, entendiendo por valores los códigos morales que rigen la conducta del ser humano.
Por tanto, cuánto más se parezcan nuestros Valores a los Principios naturales y universales del ser humano, mejor será nuestro mapa de la realidad. Y cuánto más nos ciñamos a estos valores en todo lo que hacemos, menores serán los equívocos en nuestra conducta.
Es por todo ello por lo que las personas altamente eficientes deben basar necesariamente su vida en los Valores.
HABITO
<<Los hábitos son la intersección de conocimiento, capacidad y deseo.>> Esta es la definición literal que nos da el profesor Covey en su obra, y me parece muy acertada. Encontramos un hábito allí donde se cruzan el querer hacer algo (deseo, motivación, querer hacerlo), la capacidad de hacerlo (cómo hacerlo), y el conocimiento (qué hay que hacer).
Como podemos leer en el diccionario, un hábito es una práctica habitual de una persona. Decía Aristóteles que "Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto; es un hábito." Es decir, la excelencia, el hacer las cosas siempre bien, es un hábito.
La obra <<Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva>> nos proporciona, como su nombre bien indica, siete hábitos a los cuales ceñirnos para lograr la efectividad personal que empezábamos describiendo en el presente ensayo.
PRODUCCIÓN Y CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN.
La efectividad es una función que depende de dos valores, que el profesor Covey define como Producción y Capacidad de Producción. Aquello que logramos gracias a nuestra efectividad lo llamamos Producción, y a la habilidad desarrollada para poder lograrlo la llamamos Capacidad de Producción. Y decimos que la efectividad es función de ambas variables porque, para maximizar la misma, será necesario cuidar la capacidad, e ir cosechando producción.
Intentaré explicarme con un sencillo ejemplo: un deportista profesional. Su Producción son las medallas de oro y trofeos que ha ganado gracias a su capacidad física. Pero evidentemente tendrá que entrenar todos los días para volver a ganar las competiciones en el futuro. No puede centrarse solamente en las medallas ya ganadas, y olvidarse del entrenamiento. Pero de nada sirve centrarse en entrenar si no es para volver a cosechar triunfos en su carrera.
Por ello el profesor Covey nos indica que las personas altamente efectivas deben encontrar el equilibrio entre la Producción y la Capacidad de Producción, que denomina como P/CP. Es un proceso continuado y retroactivo.
RESUMEN.
En definitiva, las personas altamente efectivas son aquellas que logran los objetivos que se proponen alcanzar, gracias a sus acciones personales, y en todos los ámbitos de su vida. Guiados siempre por una conducta basada en Valores, lo cual determina la nobleza de sus objetivos.
Dicha efectividad personal la logran gracias a que desarrollan e interiorizan como hábitos propios las conductas necesarias. Logrando por ello la excelencia en todo lo que hacen (familia, amigos, trabajo, comunidad, etc…). Y cuidando siempre de engrasar continuamente su engranaje, a fin de que se mantenga en correcto funcionamiento.
Vía | Stephen R. Covey. Los 7 hábitos de la gente altamente eficiente. (Paidos Ibérica, 2011)
Más información | gestiopolis Monografías.com liderazgohoy
Imágenes | Pixabay