Empezaron los nacionalistas catalanes y Podemos llamándole franquista y falangista a Ciudadanos y va a resultar que poco a poco España va a hacerse franquista y fascista con el crecimiento general de ese partido nacido en Cataluña contra los nacionalismos.

Como Ciudadanos es una fuerza democrática, laica, cosmopolita, y liberal tras haber superado su fiebre socialdemócrata, con esa acusación sus enemigos le atribuyen iguales cualidades democráticas a Franco y a la Falange.

Lo ratifican al llamarle ultraderechista a quienes sólo piden el cumplimiento de la Constitución, primero, el socialismo catalán, el PSC, que como siempre adopta el agresivo lenguaje separatista para no quedarse atrás en las ventajistas reivindicaciones nacionalistas.

Esa acusación de ultraderecha apareció también en el inacabable y vacuo discurso de Pedro Sánchez de este martes en el Parlamento para justificar su apaciguamiento ante los separatistas.

Para explicar las concesiones advirtió que se debe dialogar y llegar a acuerdos con los separatistas, que son demócratas ?Torra ya no es racista, como le llamó antes-- aunque persiguen a los no nacionalistas, sobre todo a Ciudadanos, el primer partido catalán, y a tantos catalanes a los que intimidan.

Ciudadanos, su aliado hace dos años para formar un gobierno fallido, como lo es ahora en Andalucía --mientras el PP está momentáneamente noqueado--, es para Sánchez la gran oposición a las concesiones a los separatismos dedicados a romper España.

Por tanto, al identificar a Ciudadanos con el franquismo muchos españoles que no lo conocieron creerán que no era tan indeseable si aquél régimen era como Rivera o Inés Arrimadas.

Mientras Sánchez y sus aliados nacionalistas y podemitas lavan la imagen del dictador, Ciudadanos aparece como el principal defensor de una España sin complejos y limpio de corrupción, quizás por tener aún poco poder.

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SALAS