Algunos de sus modernos defensores, acólitos del Kirchnerismo que se reivindican herederos de Juan Domingo Perón, el general que se exilió en Madrid bajo la protección del general Franco, acusan un tic marcadamente antijudío a la vez que defienden una izquierda farisea.

Causa sorpresa, leer algunos artículos en los que de mezcla de forma torpe, por no decir mal intencionada la desaparición del submarino argentino, con la geopolítica los judíos y la política de expansión comercial y turística de la Patagonia.

Y produce retortijones de estómago cuando se mezcla todo lo anterior con las recientes maniobras AmazonLog17, que pretenden ser un lavado de cara del ejército brasileiro frente al ancestral abandono de la Amazonia en manos de los garimpeiros, buscadores de oro y demás especies devastadoras de la naturaleza.

Pretender ver en estas maniobras una amenaza velada a Venezuela, resulta infantil y tendencioso, sobre todo por el escaso número de efectivos, el equipamiento militar y las características del terreno.

Venezuela es un país eminentemente urbano hoy día, muy distinto de la Venezuela de hace 30 años, cualquier acción militar se vería circunscrita a las cuatro grandes ciudades, amén de que el 50% de la población se concentra en Caracas y su periferia.

Por lo tanto hablar de ejercicios militares preparatorios para una posible invasión de Venezuela resulta ridículo, cuando las AmazonLog17, se desarrollan en las riberas del río Manos inaccesibles por tierra y alejadas de centros urbanos.

Si además tenemos en cuenta que en ellas sólo han participado los ejércitos de Brasil, Colombia y Perú, las señales de alarma emitidas resultan ridículas, ya que estamos hablando de tres países que tienen en común la existencia de poblaciones diseminadas en sus selvas y de difícil acceso terrestre.

Es lamentable la poca seriedad a la hora de hablar de cosas serias

Otra cosa es la presencia de 20 militares USA, algo tradicional en unos ejércitos formados profesionalmente por el Tío Sam, que imitan torpemente al gigante del norte y a estas alturas de la historia no han sabido alcanzar su independencia.

No hay ni se espera un cambio geopolítico sustancial en el Continente americano, por lo menos de momento.

Los cambios que se esperan ya han sido anunciados en su momento y que sepamos no han sufrido variaciones sustanciales.

El más importante de todos ellos es la apertura del Canal de Nicaragua, seguido de la construcción del Tren interoceánico que comunicará el Atlántico con el Pacífico atravesando tan sólo Brasil y Perú y que correrá a cargo de los gobiernos de Brasil y China, al que se pretende adherir Bolivia.

Mientras Brasil siga instalada como potencia regional y se mantenga el delicado equilibrio entre países como Argentina, Chile y Perú, la estabilidad en el Cono sur sólo está turbada por el drama de Venezuela, que vive una situación terminal a causa de su quiebra económica, cuya solución no vislumbra una salida militar.

La geopolítica americana no está influida ni afectada de forma destacable ni por el Sionismo, ni por la comunidad judía.

Las únicas comunidades religiosas beligerantes en el Cono Sur son los protestantes, embarcados en una campaña de homofóbia y xenofóbia preocupante en países como Brasil, Argentina, Chile y Perú.

Y curiosamente a los protestantes se han sumado los conservadores católicos y sus acólitos de la derecha puritana.

@ordosgonzalo

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