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Para poner la bandera bicolor sobre Gibraltar había que resucitar a Franco y sacar a Hitler de las cenizas

18/07/2017 09:30 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

En el Tratado de Utrech de 1713, la monarquía española cedió la soberanía a los ingleses. El 99% de los gibraltareños decidió en un referéndum en 2002 permanecer en Gran Bretaña. La consulta fue muy clara y ahora el Brexit no diría nada diferente.Es irrelevante para los gibraltareños

 

Gibraltar fue el Reino de Granada. Y Granada hasta 1492, no era España. Fue tomada en 1462, en ese lento pero seguro camino de desintegración del mítico pueblo nazarí que se precipitó él sólo a su desaparición. Aunque creyésemos que España fue dueña del Peñón desde 1462, las cuentas son fáciles: Gibraltar ha estado 242 años en manos españolas o lo que es lo mismo, lleva más tiempo siendo inglés que español. 

Es cierto que aquel 4 de agosto de 1704, Gibraltar no fue tomada por los ingleses, sino que se rindió a las tropas del pretendiente al trono español de la rama de los Habsburgo. Y también es cierto queaunque las Naciones Unidas incluyera esta lengua de tierra en la “lista de territorios sometidos a descolonización”, y que repitiera el 20 de diciembre de 1966 y el 19 de diciembre de 1967 que la Potencia administradora (Inglaterra) tenía que desocupar el territorio y reintegrarlo a España. 

Pero más allá de cuestiones legales que desde luego, no se pueden cuestionar, lo cierto es que Gibraltar ha sido eminentemente musulmana, ha estado menos de un siglo en manos castellanas, dos siglos como parte de España y mayoritariamente, ha sido del Reino Unido. Y la historia a veces es más demoledora que cualquiera de las legislaciones. Además, casi el 99 % de sus habitantes ha nacido en un hogar de habla inglesa y se siente inglés, lo que es suficiente como para entender que ese pedazo de la costa peninsular se empeña en no tener nada que ver con España. 

Ahora bien... ¿quieren realmente que ondee la bandera rojigualda en el Peñón?. Y entonces, ¿por qué en ese ejercicio de deseo no se mejoran las relaciones vecinales, se restringe el paso de la frontera y se recrudecen los intercambios laborales y comerciales?. ¿Y se ataca al gibraltareño de a pie como contrabandista y cosas peores, dependiendo de los tiempos?. España tiene que entender que por mucho que le duela, hay normas internacionales que no se pueden saltar a la torera… y la historia y las identidades no se pueden cambiar.  

Y todo ello en base a la historia, que ha marcado con los colores británicos sus piedras. En base a que en un Tratado, el Imperio Español fue fustigado y vencido y los reyes españoles decidieron que era mejor perder Gibraltar que no desangrarse territorialmente hablando, por lo que los antepasados hispanos ya cejaron en cualquier empeño y concedieron carta inglesa al Peñón. Y al fin, porque el que algo quiere, algo le cuesta. Aprovechándose de su condición de paraíso fiscal (presunto), de sus exenciones de impuestos y de su economía movida y bien llevada, cientos de trabajadores españoles viven de Gibraltar y con este solo hecho reconocen su soberanía, pero aun así son típicamente ridículos en reclamarla para España. 

Mientras, siempre les quedará el orgullo de decir, medio en broma pero en serio: ¡Gibraltar español!, como gritaban desaforadamente los falangistas con Franco.

Últimamente el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García Margallo, se ha mostrado convencido hace unos meses  de que las autoridades de Gibraltar comenzarán a partir de marzo de 2017 a negociar el acuerdo de cosoberanía planteado por España tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea. 

A la rotunda negativa a negociar con España expresada por el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, durante la Cuarta Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas dedicada a temas de descolonización, el jefe de la diplomacia española respondió asegurando “que España nunca pondría la mano en el Peñón”. “La mano no, pondré la bandera y mucho antes de lo que Picardo cree”, ha declarado García Margallo en declaraciones a los medios, en respuesta a Picardo.

 

Al ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, no le gustó el enfoque que Su Majestad el Rey Felipe dio al contencioso sobre el Peñón, al aludir a él en su discurso ante el Parlamento británico de “diálogo bilateral entre los Gobierno de España y el Reino Unido" sin mencionar siquiera a la colonia para tratar de resolver las diferencias. Picardo lo considera “antidemocrático” porque Don Felipe habló de menos y calló lo más delicado.

Las palabras del Monarca se ciñen a la postura tradicionalmente mantenida por los Gobiernos españoles franquistas o no, y la tesis de Margallo de que el Gobierno del Reino Unido negociará sobre la soberanía de Gibraltar en aplicación de las resoluciones de Naciones Unidas y de la Declaración de Bruselas de 1984, es inexacta y basta leer las palabras de Fabian Ricardo. Quien tiene la palabra es Gibraltar y solo Gibraltar, en unos momentos en que el futuro de la colonia parece ser muy ambiguo y lo que dice sobre el tema el gobierno y los medios españoles como consecuencia del Brexit, le han resultado molestas a las autoridades gibraltareñas, porque el Brexit es obsoleto para ellas. Que también el rey vaya al Parlamento británico y se meta donde no le llaman resulta ofensivo. 

Un ministro de la colonia sostuvo en un seminario de Naciones Unidas que el actual Ejecutivo aplica a Gibraltar la misma doctrina que con el franquismo.   

La negativa de Gibraltar de llegar a cualquier acuerdo con España para poder así seguir perteneciendo a la UE, a través de la soberanía compartida, ya se sabe en las Naciones Unidas. El representante del Gibraltar aprovechó el seminario de la ONU para rechazar las propuestas del Gobierno de Rajoy, al que, además, comparó con la dictadura de Franco. Fabián Picardo junto al ministro Bossano,   atacó a España ante la ONU. 

 

Según ha conocido El Confidencial Digital, la postura de la colonia fue transmitida por el ministro Joe Bossano en el Seminario Regional del Comité de los Veinticuatro, de Naciones Unidas, celebrado en San Vicente. En este cónclave, que reúne a territorios descolonizados o en vías de descolonización, se vertieron durísimas críticas contra España y el Gobierno de Rajoy. 

La negociación sobre el contencioso de Gibraltar, el Partido Popular considera en buena parte, un éxito de Mariano Rajoy. El jefe del Ejecutivo, por encima de los avatares de la inminente moción de censura en Murcia, expuso ante la dirección del PP las líneas fundamentales sobre su política ante el Brexit y se atribuyó el éxito de haber logrado que cualquier conversación futura entre la colonia y la UE tenga que contar con el visto bueno de España. En el PP consideran como un éxito de la diplomacia española la nueva situación sobre el contencioso con los británicos.

Hace unos años, Fraga Iribarne, ”padre del PP” y Mariano Rajoy sostuvieron una pelea en torno a Gibraltar. La diversidad de opiniones en el PP por la polémica visita a Gibraltar que realizó el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ängel Moratinos, fue también muy discutida. Aunque la postura oficial del partido fue absolutamente contraria al viaje histórico de Moratinos, algunas voces en el seno popular se desmarcaron y no lo desaprobaron. Es el caso del senador y presidente fundador del PP,  Manuel Fraga, que defendió la visita a Gibraltar y dijo no compartir las declaraciones de varios cargos de su partido calificando ese viaje de "traición histórica".  Pese a esta opinión contraria, el hoy líder de los populares,  Mariano Rajoy, insistió entonces en sus críticas a la visita y  acusó a Moratinos de haber hecho en Gibraltar "el ridículo" y "el indio".  Para el presidente del PP, es significativo que sólo fue elogiada esa visita por el ministro principal del Peñón,  Peter Caruana, y por la prensa británica.  A su entender, las relaciones entre 'llanitos' y españoles "pueden y deben ser profundizadas".  Algunos han dicho, que es una traición histórica la visita. Fraga, confesó que el tema de Gibraltar lo tuvo muy presente tras ser nombrado embajador en Londres, en 1973.

  En este sentido, el ex presidente de la Xunta respaldó la iniciativa de Moratinos de desplazarse a Gibraltar. Fraga consideró que, una vez que el Peñón haya "renunciado al contrabando", que fue "su medio de vida en el siglo XIX", puede haber una "buena relación entre los llanitos y los españoles". Dicho esto, añadió que "en Gibraltar lo que hay que hacer es continuar presionando por los derechos ya reconocidos por el Tratado de Utretch y por todas las recopilaciones posteriores". Y el Tratdo deUtretch no tuvo beneficios para España, sino pérdidas.Es decir, Gibraltar.

El senador del PNV Iñaki Anasagasti ha afirmado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está alentando el asunto de Gibraltar para "tapar otras vergüenzas" como el caso del extesorero del PP Luis Bárcenas.

Considera que el Reino Unido consiente esta estrategia porque sabe que "jamás va a abandonar Gibraltar y a los gibraltareños". su juicio, aunque pase el tiempo, "el comportamiento del PP siempre es el mismo".

Sacar el tema de Gibraltar como un éxito diplomático, es para que se olviden frases lspidarioas, como "Ten valor Luis".

Sobre Gibraltar, Casado destacó el éxito de su jefe Rajoy y el respaldo a la posición española plasmado en el borrador de orientaciones del Consejo para el Brexit: lo que se decida sobre esa colonia británica, que quedará fuera de la Unión con la salida del Reino Unido, tendrá que contar con el acuerdo de España. Cosa totalmente falsa.

 Anasagasti considera que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, está actuando igual que en el franquismo cuando al poco de asumir su cartera, dijo "Gibraltar es español" a un eurodiputado inglés en el Parlamento Europeo. 

Gibralter es un sueño imposible y el Brexit no puede cambiar lo que los gibraltareños dijeron en el Referendum de 2002

"Repetía lo mismo que las campañas de Franco que decía que España limita al sur con una vergüenza y cada cierto tiempo agredían a la Pérfida Albión al grito de Gibraltar español.

En fuentes del Grupo Popular Europeo, señalan que llevaban tiempo trabajando en Bruselas en todos los aspectos del Brexit, ¿para qué?. José Bossano advirtió, en referencia a los españoles: “No nos comprarán, ni nos intimidarán, por muy poderoso y hostil que sea nuestro vecino. Sabemos que somos un pueblo, no una población prefabricada, como España querría hacerles creer”. 

“Hay que bajar todos un poco el tono. La UE le dijo a Reino Unido que no usara a las personas como moneda de cambio. Y ahora Bruselas, bajo presión diplomática de España, está haciendo exactamente eso, usando a Gibraltar como baraja política. Lo vemos una actitud hipócrita”. Christian Hernández, presidente de la Cámara de Comercio de Gibraltar, resume el sentir de los 33.000 habitantes del Peñón, que molestos piden quedar fuera de las negociaciones entre los Veintisiete y Reino Unido para su salida de la Unión Europea. 

Las directrices para la negociación sobre el Brexit fijan que cualquier acuerdo debe contar con el consentimiento de España sobre Gibraltar, lo que ha desatado protestas desde el partido conservador británico y de varios miembros del Gobierno de Theresa May. En las calles de la colonia británica, las respuestas de sus vecinos son muy parecidas, todas con un tono de hartazgo desde de que ha rebrotado la posibilidad de una soberanía compartida. ”Eso es lo último”-es la voz de todo Gibraltar. El 99% de los gibraltareños decidió en un referéndum en 2002 permanecer en Gran Bretaña. “La consulta fue muy clara y ahora no diría nada diferente, a pesar del Brexit”, opina Claire Montado. 

El contraste con el apoyo masivo a continuar bajo soberanía británica llegó con la consulta para el Brexit, ya que el 99% de los gibraltareños votó en contra de abandonar la Unión Europea. Los gibraltareños reniegan del uso del Peñón en la guerra del Brexit. La batalla de las declaraciones sobre el ‘Brexit’ y Gibraltar, les parece idiota. 

John Carreras, comercial llanito, admite que la ciudadanía del Peñón está “tensa” porque durante los próximos dos años tanto Reino Unido como España y la UE “van a tirarse piedrecitas y veremos por dónde saldrá el tiro”. “España podría cerrar la frontera, pero no creo que lo haga por sus trabajadores (unos 12.000 cruzan la Verja a diario para trabajar en la colonia)”, añade. 

Paralelamente, John King subraya: “Somos una obsesión enfermiza para España y cada vez que hay problemas, salta Gibraltar. El referéndum fue muy claro, no tenemos porqué manifestarnos otra vez. Solo queremos un acuerdo para que las dos comarcas convivan en armonía”. 

El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha utilizado gruesos calificativos contra España, al asegurar que “pagar” el Brexit con el Peñón supondría permitir a España que se comportara “como un matón”. Picardo ha cargado contra el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al que ha equiparado con un “marido cornudo” que “paga” con sus hijos la separación de su esposa. "No vamos a ser una víctima del Brexit, ya que no somos los culpables del Brexit: nosotros votamos a favor de permanecer en la Unión Europea. Punto y aparte. Pagarlo con nosotros es permitir a España comportarse como un machista", informó Reuters. "Esto es un claro acoso español", añadió. 

“Gibraltar –dice el Ejecutivo de Londres-es un asunto en el que no coincidimos con el rey, nuestra posición es clara: la soberanía de Gibraltar no está en discusión. Su gente ha expresado repetida y abrumadoramente su deseo de permanecer bajo soberanía británica y lo respetaremos”, añade. 

O sea que España no tiene cartas en todo ese asunto. Son los gibraltareños quienes deciden lo que quieren y Londres y Madrid se callan. ¿Sirven de algo los referendum? .

El titular de Exteriores ha vaticinado que esa “bandera” podrá colocarse en un plazo de cuatro años y ha enfatizado que a partir de marzo de 2017, cuando se notifique oficialmente la salida de Reino Unido de la UE y se abra el plazo de dos años para negociar las condiciones, todo “se precipitará y entenderán que cuanto antes se solucione, mejor”. “Empezarán a ver que tenemos que buscar una fórmula porque la solución actual desaparece y hay que buscar una nueva”, ha recalcado García Margallo subrayando que en el momento en que Reino Unido deje de ser miembro de la Unión Europea, “Gibraltar sale” de la UE, aunque de que los llanitos hayan rechazado esta opción en referéndum ganado por abrumadora mayoría. 

García-Margallo, ha profetizado que serán los gibraltareños los que tendrán que convencerse de estos beneficios. Es un “escenario” que favorece a Gibraltar y ha señalado que España ha empezado a explicar ya esta propuesta a nivel internacional. Algo que prevé hacer con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y lo ha probado con una visita al Campo de Gibraltar. “Era un no tema y está empezando a ser un tema”, ha enfatizado. 

Adelantándose a la cosoberanía Hispano-Británica, el alcalde de Callosa de Segura, Javier Pérez (Partido Popular), conocido ultraderechista de la región, se atrevió a colgar un fotomontaje en su página oficial en Facebook donde se reproducía una añorada reconquista española del Peñón de Gibraltar por la Legión Española, una flamante bandera española coronando la polémica roca (donde desde hace exactamente 300 años ondea el símbolo de la "Union Jack"), una de las vallas de los toros de Osborne "indultados" por el Congreso de los Diputados en 1997 y una escuadrilla de cazas protegiendo el ya recuperado cielo patrio y dejando tras de sí una estela de humo con los colores nacionales. Y el regimiento de la Legión española desfilando al pie del Peñón, con sus ametralladoras. 

Dos diarios ingleses importantes, "The Telegraph" y "The Guardian", publicaban en portada la imagen criticando que por primera vez un político español se preste a participar desde su foro oficial en lo que en mayor o menor medida corre por las redes desde que estalló el conflicto internacional entre ambos países: las burlas, críticas y opiniones de todo tipo hacia esta situación desde uno y otro lado de la valla. 

El diario inglés "The Telegraph" no se andaba corto en sus críticas al regidor: "Francisco Pérez Trigueros tildándole de loco por usar una imagen de archivo con legionarios del Ejército español sobre la pista de Gibraltar, bajo aviones de combate que dibujan una bandera española (...). "Son tontos como éste los que alimentan la violencia y el odio". Al mismo tiempo, colocaban al municipio de Callosa de Segura a "375 kilómetros" del Peñón de Gibraltar. 

Mientras, en la página web del también rotativo británico "The Guardian" calificaban de "provocación" la tontería del ultra Javier Pérez Trigueros por utilizar su página de Facebook para distribuir una imagen collage que roza el ridículo. Una enorme silueta recortada de un toro, un símbolo nacional español, aparece amenazante ante el enclave de 30.000 residentes. 

En la información se añade además que "la imagen al completo provocó burlas en una web, donde  uno de sus miembros, Joe Jackson, escribió: "Esta imagen me recuerda a los argentinos que por dar un paseo a través de Port Stanley, Malvinas creó un conflicto muy corto y sangriento con Argentina… por un paseo".Y Argentina no recuperó las Mavinas. 

Un dirigente de la ultraderechista Vox fue detenido en Gibraltar después de que varios miembros de ese grupo neo desplegara sobre un cultivo, una bandera española de 18 metros de largo por 11 de alto a no mucha distancia de la cumbre del Peñón. El detenido es presidente de Vox- Madrid, fue en seguida puesto en libertad, sin cargos por la policía gibraltareña tras el incidente. Los miembros del grupo al desplegar la bandera hacia el mediodía profirieron gritos rituales de "¡Gibraltar español!".  "Con este acto, Vox ha querido reivindicar que jamás cejará hasta recuperar la plena soberanía española del Peñón, usurpación que conlleva la existencia de un paraíso fiscal inaceptable, de un perjuicio a nuestros pescadores, la depresión económica del campo de Gibraltar y la conversión de los trabajadores de la zona en rehenes del pirata Picardo", ha señalado el líder del partido,

 

 

 

 

 


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