Gracias por devolvernos la luz

Desde cerca y desde lejos se oyen las voces…una cadena celeste ilumina el cielo

Desde cerca y desde lejos se puede ver, es ella el hermoso rosario de nuestra madre María, se alza suavemente por arriba de las casas, por arriba de los balcones.

Hermoso rosario de globos celestes, de glorias blancas.

Ella es la esperanza en este tiempo de incertidumbre, dónde todos miramos al cielo.

Sabemos que ella está allí… conoce nuestros corazones, nuestras incertidumbres.

Todos….jóvenes, niños, ancianos, hombres, mujeres, todos… son invitados a la fiesta del cielo.

Acompañados por María, más que nunca nuestra Madre nos escuchará y nos consolará a todos los hijos de la tierra. Hablen en inglés, en sueco, en español, en todos los idiomas… ella conoce el idioma universal que es el del corazón...así es, ella conoce el sentir del corazón de este mundo que se ha apartado…pero que la invoca para recibir su amor incondicional… y ella escucha, nos cuida desde su morada y protege a cada uno de sus hijos…incondicionalmente.

Hermoso Rosario de globos celestes, de glorias blancas

Pero pide que seamos unidos como hermanos, de un mismo planeta, al que hemos llamado tierra.

Esa tierra…ese barro con el cual su amado hijo Jesús dio luz a los ojos del ciego para que vea la verdad, para buscar el amor del prójimo, la humanidad entera estaba ciega y es esta tierra, este barro que nos dará la luz de la verdad, amor a nuestro prójimo y a la naturaleza.

Nuestra fragilidad ante la naturaleza, nos dará una lección que esperemos aprender a tiempo.

Les dejo una reflexión: Acaso la naturaleza no es de Dios? Acaso no debemos ver la verdad con la ceguera que este mundo llevaba, fue necesario esta cruz tan pesada, que deseamos hacer descansar nuestros cuerpos fatigados….y poder mirar al cielo y decir gracias por devolvernos la luz..