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Corra la voz. Más de 1 000 operaciones realizó el Instituto Ñahui en convenio con el Sistema de la Solidaridad gracias a una donación de 40 millones de dólares que hizo la Fundación Clinton en marzo
Sufrir de cataratas es como ver las cosas a través de un vidrio sucio. De pronto, las caras de los familiares, la casa, los documentos pierden el color y el brillo que tenían. Poco a poco la visión se va perdiendo y en las noches la dificultad es mayor.
"En promedio, en el Perú una operación de cataratas cuesta entre 1 500 y 10 000 soles en algunas clínicas, pero aquí estamos interviniendo de manera gratuita" , explica el cirujano oftalmólogo Francisco Cirineo Quispe, director del Instituto Oftalmológico Ñahui. Él trabaja con el Hospital de la Solidaridad de Surquillo en esta labor contra las cataratas.
El despistaje, el riesgo quirúrgico, las intervenciones y los controles posoperatorios se realizan también de forma gratuita. Primero se establece el grado de avance de las cataratas y luego se programa la intervención quirúrgica. Cualquier persona mayor de 50 años puede realizársela, a menos que exista algún tipo de condición diagnosticada por un médico.
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La operación es mínimamente invasiva y poco complicada. Generalmente se efectúa con anestesia local, aunque en casos un poco más difíciles, como que el paciente tenga alguna molestia o se sienta muy nervioso, podría aplicarse anestesia general.
Por el avance de los años, el cristalino se opaca y perjudica la visión. El médico remueve el cristalino y coloca un lente intraocular. Los cortes son apenas de milímetros y no existen suturas. Culminada la intervención, el paciente reposa unos minutos y luego se va a su casa, a ver el mundo con nuevos ojos. Puede reintegrarse a su vida normal, pero cuidando no exponerse al sol ni al polvo, y tiene que usar lentes oscuros durante dos semanas.
Si es su caso, ¡no pierda la oportunidad!,
y si no lo es, cuénteselo a alguien.