Globedia.com

×
×

Error de autenticación

Ha habido un problema a la hora de conectarse a la red social. Por favor intentalo de nuevo

Si el problema persiste, nos lo puedes decir AQUÍ

×
cross

Suscribete para recibir las noticias más relevantes

×
Recibir alertas

¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Antonio Rodríguez Jiménez escriba una noticia?

Guerra en Ucrania. El enquistamiento del conflicto

05/06/2022 08:50 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Al cumplirse los cien días de invasión rusa de Ucrania y pasar de una pretendida guerra relámpago a una campaña de desgaste caracterizada por la férrea defensa ucraniana y las incapacidades del atacante, el futuro se intuye como un conflicto enquistado, reducido y con miras a alargarse

Se han cumplido los primeros 100 días de la Guerra de Ucrania, en estos más de tres meses de conflicto las principales características de esta guerra pueden resumirse en varios factores: La eficiente defensa ucraniana, las incapacidades militares rusas, el apoyo en todos los órdenes de occidente a Ucrania, el aislamiento internacional de Rusia, la consecución por Putin de los objetivos de conquista mínimos y la posibilidad abierta de un conflicto permanente y enquistado que con el tiempo podría caer en el olvido.

El puercoespín ucraniano

Una caricatura publicada recientemente en el diario británico Daily Mirror mostraba a Ucrania como un puercoespín desafiante frente a un oso ruso iracundo, frustrado y aseteado por la multitud de púas que el puercoespín clavó en su cuerpo cuando trató infructuosamente de devorarlo. Esta sátira viene a resumir la capacidad bélica ucraniana frente a un agresión de un invasor más poderoso y superior  pero al que se le puede combatir con eficacia usando adecuadamente los recursos propios y con una estrategia de batalla eficiente.

Y así ha sido porque ante la agresión rusa Ucrania contaba con un ejercito que aunque inferior no era nada desdeñable ni risible, sino una fuerza bien organizada, numerosa, bien dirigida y adiestrada al modo occidental desdeñando los obsoletos y pretéritos conceptos soviéticos en los que aún parecen moverse los rusos.

Tácticamente opto por una defensa flexible bien articulada presentando solo batalla convencional en las grandes ciudades donde al ser un entorno urbano las capacidades del atacante descienden y donde volcando sus mejores recursos en solo unos puntos concretos puede hablar de igual a igual al invasor, de este modo de las grandes ciudades atacadas solo Jerson y Mariupol cayeron, esta última tras un sangriento asedio de 83 días, otras grandes ciudades como Odessa, Jarkov y la misma Kiev, repelieron los asaltos enemigos con la máxima contundencia.

Fuera del combate en esos entornos edificados, optó por una guerra de guerrillas masiva con fuerzas militares especiales bien organizadas contra la retaguardia rusa, para quebrar su infraestructura logística con total éxito a fuerza de emboscadas a convoyes, ataques relámpago y golpes de mano en todas las posiciones soviéticas de retaguardia, quebrando con ello la red logística del invasor.

Ucrania a su vez dispersó su aviación por su extenso territorio en docenas de bases secundarias y tramos de carretera acondicionados que permitían el despegue y aterrizaje de aviones, permitiendo que esta sobreviviera al masivo ataque aéreo ruso con misiles y bombardeos sobre sus bases en los primeros momentos del conflicto. Un concepto este de la dispersión de aviones explotado por la URSS desde los primeros años de guerra fría y que permite una rápida distribución de fuerzas aéreas anulando el golpe inicial enemigo que solo bombardea aeropuertos vacíos. Esta dispersión permitió a la escasa aviación ucraniana combatir diariamente con éxito y pese a las perdidas mantener hasta una fase tan avanzada como el 80º día de invasión una actividad mínima de 10 salidas de combate diarias, lo cual para el grado de desgaste soportado es un verdadero récord.

Se ha aprovechado con eficacia del armamento suministrado por occidente, primero equipo de origen soviético en stock en países occidentales y armamento occidental de fácil manejo como los famosos misiles anticarro Javelin y NLAW, estadounidenses y británicos, o cohetes anticarro C-90 españoles, además de armas ligeras, morteros y munición entregada en masa. Este equipo ha demostrado ser letal contra el más incapaz armamento ruso, todas plataformas derivadas de la antigua URSS, subiendo la petición ucraniana de la entrega de armamento más potente y sofisticado.

Aunque los EEUU han suministrado obuses XM-777, lanzacohetes múltiples HIMARS y Francia piezas de artillería autopropulsadas Caesar, previo entrenamiento en su manejo de personal en Francia y Alemania, la entrega de este tipo de material continua con su handicap inicial, la falta de preparación ucraniana para manejarlo. En España el JEMAD, almirante López Calderón, lo resumía así en una reciente rueda de prensa: "Entregar un F-18 a ucrania es un sinsentido, no saben manejarlo, simplemente se quedaría quieto en tierra. Formar un piloto de F-18 lleva meses (sin contar la tripulación de tierra, armeros y mecánicos) es un absurdo entregarles equipo que no están adiestrados para manejar. De entregarse un tipo de armamento más avanzado primero habría que formar personal ucraniano aquí en su manejo".

Con este handicap básico vigente todo hace pensar que por occidente todo el suministro de armas a futuro será  equipo que sea factible manejar por los ucranianos o armamento occidental en que unidades ucranianas han sido previamente adiestradas clandestinamente en occidente, con todo este suministro ha sido vital y decisivo para Ucrania, hasta el punto que en las primeras fases del conflicto el presidente Zelensky reclamaba a la OTAN una zona de exclusión aérea y la apertura de corredores terrestres ha pasado al centenar de días de conflicto a pedir solo: "Armas para expulsar al invasor".

Rusia. Un oso no tan poderoso

Considerado antes de iniciarse el conflicto el segundo ejército más poderoso del mundo, el Ejercito Ruso ha perdido de forma descacharrante este titulo mostrando unas incapacidades y errores sorprendentes que contrastaban con la imagen de imparable que la propaganda rusa propagaba y sus intervenciones previas en Chechenia y Siria parecían avalar.

Los fallos empezaron a ser evidentes los primeros días de conflicto:

* Nula coordinación entre unidades que indujeron a formaciones enteras a penetrar en profundidad y sin control en territorio ucraniano solo para quedarse sin combustible y tener que volver a pie abandonando sus carros o peor siendo embolsadas y destruidas por el enemigo.

*Indisciplina de muchas de esas unidades para coordinarse con un mando común y obedecer ordenes que restringieran su acción, simplemente muchas unidades no hacían caso o no recibían las ordenes para realizar un avance coordinado.

*Fallos en las comunicaciones que forzaron a tropas y mandos a usar los teléfonos móviles con la interceptación de comunicaciones por el adversario consiguiente, conceptos como comunicaciones por radio encriptadas considerados obvios en occidente eran la excepción a la regla.

*Uso erróneo de valiosas unidades de élite muy bien entrenadas y equipadas como las paracaidistas contra objetivos durísimos y bien defendidos que deberían haber sido tomados por fuerzas pesadas, con apoyo artillero y aéreo tras un necesario asedio previo. A la contra unidades especiales y de paracaidistas fueron lanzadas contra objetivos bien defendidos y en alerta que esperaban su ataque, sin más protección que su prestigio como unidades de élite en unos planes de asalto más propios del guión de una película de Hollywood que de una operación militar bien planificada, por lo que sufrieron terribles perdidas. Los fracasados asaltos al aeropuerto de Hostomel en las cercanías de Kiev y el fracaso de la toma del puerto de Odessa por mar son ejemplos claros de esto.

*Permanencia de una mentalidad soviética de mando cuadriculada que anula la iniciativa de los mandos inferiores en combate necesitando ordenes superiores para responder con eficacia en el campo de batalla y sacar partido a las oportunidades que durante el choque se pueden dar, la imagen occidental del militar creativo e imaginativo un tanto rebelde pero eficiente en combate tan cortejada en la cultura popular de occidente parece inexistente en el Ejército ruso.

*Errores graves de diseño en su armamento y equipo que hacen a muchas plataformas muy vulnerables al equipo occidental. El caso más obvio es la familia de carros derivados del carro T-72 (T-74, T-80 y T-90) y que son el 95% del plantel acorazado ruso, equipados con un extraño cargador automático con polvorín incluido justo bajo de la torreta y que ha demostrado ser totalmente vulnerable al armamento anticarro ucraniano, ya el propio como el suministrado por occidente, provocando la destrucción total del carro, con voladura de torreta incluida, tras sufrir un impacto lateral.

El resto de blindados más ligeros, familias BMP y BMD, se han revelado mucho más vulnerables que los carros de combate con lo que el numero de unidades destruidas es altísimo, estas perdidas han forzado ha movilizar vetustos carros T-62 para intentar compensar las bajas.

Helicópteros como el KA-50 "Allygator" de doble rotor también ha revelado fallos de diseño sorprendentes pues precisamente el peso de ese doble rotor y sus trepidaciones en vuelo terminan destruyendo la estructura de la aeronave que además se ha revelado vulnerable a los misiles antiaéreos portátiles.

A futuro inmediato lo previsible es que la guerra se enquiste como un conflicto de baja intensidad en el este ucraniano y caiga en el olvido como otros conflictos similares en la antigua URSS

*Derroche del armamento estratégico, misiles balísticos ISKANDER y KALIBR, en objetivos secundarios y poco decisivos como edificios de viviendas, centros comerciales o almacenes de alimentos en vez de contra objetivos estratégicos y tácticos como cuarteles, bases militares, centros de mando o nudos de comunicaciones. Desde luego también objetivos militares ucranianos han sido atacados con este tipo de armamento pero la estadística independiente demuestra que el número de ellos empleados contra objetivos marginales ha sido muy superior. Al respecto un general estadounidense retirado en un análisis para el New York Times comentaba: "No entiendo como se puede desperdiciar un KALIBR en destruir un edificio residencial en Kiev, yo de ser ruso lo hubiera usado para destruir la sede del gobierno ucraniano".

*La corrupción endémica que afecta al estado ruso que ha impedido una verdadera modernización de su ejército con material de última generación, muchos proyectos en tierra, mar y aire, como el carro robotizado T-14 "Armata", los cazas furtivos Sukhoy-57 y 75 o la nueva generación de buques de guerra multifunción, permanecen estancados sin que se concrete su culminación y puesta en servicio.

*Pero lo peor quizás sea la mentalidad soviética y de dictadura que parece pervivir en la Rusia actual siendo todavía una sociedad reprimida, indolente, con delincuencia y crimen organizado desbocado, carente de imaginación e iniciativa propia, el típico modelo de sociedad amarga que generan las dictaduras, sea el principal escollo que padece Rusia en este conflicto.

Frente a esto el vigor ucraniano con la ilusión de una democracia naciente y esperanzada y que se vive en los primeros compases de un proceso democrático, España es el ejemplo histórico arquetípico, pleno de iniciativa y ganas de participar, colaborar y aportar con ilusión contrasta vivamente con la apatía rusa.

Ahora bien, la realidad debe verse en su conjunto y pese a todos estos reveses y fracasos Rusia se ha apuntado también unos éxitos nada despreciables que puede hacer sentir con autoridad  tanto militar como políticamente y que se pueden revelar decisivos para el desarrollo futuro del conflicto.

Pero un oso ruso que gana a los puntos

Antes de iniciarse la guerra eran multitud de analistas los que argumentaban que de producirse un ataque ruso este se limitaría al objetivo primario de asegurar las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk y la creación de un corredor terrestre desde Rusia a la península de Crimea. A 100 días del inicio del conflicto Rusia ha logrado ese objetivo con creces.

Y es cierto pues sí la idea estratégica de conquistar Ucrania, tomar Kiev, deponer al gobierno Zelensky y colocar un régimen títere prorruso es un fracaso total, el asegurar Donetsk, Lugansk y el corredor ucraniano es un objetivo plenamente cumplido, un objetivo que se cumplió cuando los últimos defensores de la acería Azovstal en Mariupol recibieron autorización para rendirse el 92º día de conflicto.

El asedio a Mariupol comenzó apenás se alcanzó la primera semana de conflicto y se reveló como una de las batallas más duras de la guerra con combates casa por casa y la alternativa cambiando de un bando a otro, hasta que tras sesenta días de combate la resistencia se concentró en la acereria portuaria de Azovstal que fue bombardeada sin cesar por los rusos, los 2.400 defensores y 1.200 civiles encerrados en los túneles de la acereria afrontaran unas condiciones inhumanas de asedio hasta que tras la evacuación de los civiles los últimos 600 resistentes deponían las armas el 23 de mayo, ya no les quedaban municiones y Kiev había autorizado la rendición.

Aunque durísimo y sangriento de conseguir, las bajas han sido terribles en ambas partes, el triunfo ruso es decisivo pues asegura definitivamente el corredor terrestre de Rusia a Crimea y con el aseguramiento del Dombass da a Rusia su objetivo primario de esta guerra.

El cambio estratégico es completo, Rusia se ha retirado expulsada del resto de territorios que conquistó al norte y este ucraniano pero ahora con este objetivo primario logrado lo único que debe hacer es dedicarse a conservarlo con un gasto de recursos humanos y materiales mucho menor y perfectamente soportable. Ucrania a la contra de carece de potencia para recuperar todos estos territorios perdidos y salvo por el control de enclaves menores, en esta fase de conflicto la ciudad de Severodonetsk es la más disputada en un combate aún no decidido, no podrá restablecer las fronteras de febrero pasado y mucho menos las de 2014.

Ucrania ha admitido la perdida territorial pues el mismo presidente Zelensky reconoció que Rusia controla un 20% del territorio ucraniano y que desde el inicio de la guerra la media de bajas entre las tropas de Ucrania es de 60 a 100 diarias. Del mismo modo la economía ucraniana ha sido pulverizada en un 30% de su potencial prebélico y el único motivo por el que no ha entrado en colapso es por la ayuda occidental, sin contar que hasta un 20% de la población ucraniana es refugiada entre ellos un millón de desplazados forzados a Rusia.

Por su lado Rusia dispone de unas reservas humanas y materiales prácticamente inagotables y las sanciones y embargo internacional no están teniendo el efecto deseado gracias a la habilidad de Putin de exportar su petroleo a través de India y China y encontrar fuera de occidente mercados a sus productos, eso sin hablar que diversos países occidentales como Hungría o Turquía han rechazado el embargo petrolero y mantienen una postura de equidistancia con Moscú.

Con ello y pese a las incompetencias, fracasos y las perdidas, Rusia tiene en lo conquistado sobre el terreno una carta de primera con que jugar en el tablero internacional a medida que el conflicto se prolonga.

Previsiones para una guerra enquistada

Nadie se engaña que occidente empieza a notar síntomas de cansancio en el soporte a Ucrania en esta guerra y aunque a día de hoy el cese total de esta ayuda parece imposible si es muy probable que descienda hasta el punto de que Ucrania reciba lo justo para su defensa inmediata y que pueda mantener a Rusia a raya, pero no más y ni pensar en la capacidad de montar una gran contraofensiva que le permita recuperar lo perdido.

Rusia ahora puede volcar ahora todos sus recursos militares en un solo punto cada vez no en la tremenda dispersión de objetivos de las fases iniciales del conflicto, dispersión que fue una causa de sus fracasos, y con esa fuerza volcada lograr la superioridad que le permitiría ir ganando batallas locales una a una hasta agotar al adversario.

La idea de un alto el fuego parece descartada pues con las negociaciones rotas por ambas partes a Rusia no le interesa un cese el fuego que aunque le serviría para recuperar fuerzas le favorecería más al enemigo que se repondría de lo mucho más que ha perdido, especialmente en infraestructuras, y por el lado de Kiev pedir un alto el fuego seria aceptar de facto la perdida de los territorios conquistados, nadie se imagina a Ucrania iniciando una guerra por la recuperación de territorios tras un periodo de paz acordado por un cese el fuego.

Con ello el escenario más previsible es el de una guerra localizada y enquistada en un territorio concreto  y no la vuelta a un conflicto generalizado como el que se vivió en las fases iniciales de la contienda, una guerra semejante a las olvidadas que siguen en otros territorios de la antigua URSS como: Osetia, Chechenia, Azerbaiyán, Nagorno Karabaj, Armenia o el Daguestán todos conflictos de baja intensidad activos pero ignorados sino olvidados.

Que la guerra en el este Ucraniano degenere en un conflicto semejante es un temor cada vez más agudizado.


Sobre esta noticia

Autor:
Antonio Rodríguez Jiménez (189 noticias)
Visitas:
6745
Tipo:
Reportaje
Licencia:
Creative Commons License
¿Problemas con esta noticia?
×
Denunciar esta noticia por

Denunciar

Comentarios

Aún no hay comentarios en esta noticia.