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El Buque de Investigación Oceanográfica Hespérides de la Armada Española ha zarpado de la base de Cartagena para iniciar la XXVIII Campaña Antártica Española. Esta le llevará a una singladura de 6 meses por el polo sur en que abrirá y cerrará las bases científicas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla
Desde que en los años 70 ya unos científicos pioneros españoles se empotraban en comisiones científico militares estadounidenses para realizar distintos experimentos de investigación en un ambiente tan único como hostil como es el Polo Sur, hasta que en 1986 se realizó la primera expedición antártica exclusivamente española mucho ha llovido, y nevado, hasta la actualidad incluida la adhesión española al Tratado Antártico como la apertura de las bases españolas Juan Carlos I, en la Isla Livingston, y Gabriel de Castilla, en Isla Decepción, que facilitaron en todo las expediciones científicas nacionales y promovieron la cooperación internacional, hasta hoy día en que las expediciones científicas de la Armada al Polo Sur son un acontecimiento anual cuasi corriente y que constituye una oportunidad única de investigación de proyectos que no podrían realizarse en ningún otro lugar que no fuera la Antártida.
La singladura
La dureza del invierno polar impide de facto la actividad humana, y mucho más la actividad científica, en esa estación de año por lo que toda la actividad se centra en exclusiva en el verano austral en el que las condiciones climáticas aunque draconianas son más tolerables. Por ello se coincide que cada campaña se inicie justo al inicio del verano y finalice exactamente en su conclusión para así aprovechar al máximo esta ventana de tiempo que va desde el 30 de noviembre hasta el 1 de marzo.
Supervisada por las autoridades civiles y militares asignadas y arropada por los familiares de marinos y científicos la despedida tuvo las naturales escenas de emoción que se viven cuando un barco parte a una singladura de más de seis meses.
El equipo internacional de científicos que embarca en el Hespérides, junto a investigadores españoles y personal de la Armada van a bordo científicos canadienses, alemanes, belgas y de Japón, ya en su navegación por el Atlántico hasta destino empezará a realizar el proyecto Pegaso de influencia del plancton marino en la climatología y cambio climático.
Este es solo uno de los 10 experimentos previstos a realizar en esta campaña que se realizarán tanto a bordo del Hespérides como en las dos bases polares, Gabriel de Castilla y Juan Carlos I, que van desde investigaciones geodésicas, estudio de la fauna microbiana, vida en ambientes extremos, movimiento de los glaciares, clasificación de contaminantes existentes en la zona, polos magnéticos, geotermia, etc.
El trabajo de las bases Gabriel de Castilla y Juan Carlos I sera apoyado desde el mar por el buque Hespérides
A contar que le toca al Hespérides el abrir y cerrar las bases polares. Así al llegar a Tierra de Fuego recogerá en puerto a sendos equipos del Ejército de Tierra enviados a la custodia de ambas bases con el equipo de científicos agregados a cada una que previamente habrán llegado por avión y los transportará a la islas Decepción y Livingston donde abrirán y pondrán en funcionamiento las instalaciones hasta su cierre con el inicio del invierno austral.
Junto al papel científico al barco le corresponde la tarea logística de traer abastecidas ambas bases, aprovisionarse en puertos de Argentina y Chile, evacuar heridos y enfermos así como apoyar a ambas bases en su trabajo. Dada la alta autonomía del buque, puede estar hasta 60 días en alta mar sin tocar puerto, está especialmente capacitado para esta labor aunque según el programa de trabajo no se prevé que este tantos días en la mar siguiendo sus navegaciones más prolongadas de 32 y 40 días a lo sumo.
Se busca la máxima cooperación internacional por ello un equipo científico se desplegará en la base argentina de Carlini en las Islas Shetland del Sur y se realizarán trabajos conjuntos con el buque alemán Polarstern. La unión Europea financia uno de los proyectos de estudio y los otros nueve por por el Programa Estatal de Investigación dirigido por el CSIC con un coste de 4 millones de €.
Cuando el primero de marzo ambas bases se cierren el Hespérides recogerá sus dotaciones y volverá a su base en Cartagena estando su regreso previsto para el 5 de mayo de 2015.
En la pasada expedición al antártico uno de los experimentos realizados por el Hespérides demostró empíricamente que los polos se están deshelando y que el calentamiento global amenaza la vida en la tierra. Todo hace pensar que esta presente expedición revelará bastantes factores acerca del funcionamiento de nuestro planeta y las características de la vida en la tierra y los peligros que la amenazan.