Fuerteventura, agosto 2015

Oy, oy, oy, las redes sociales... Narración continúa, casi un reality show, de la cotidianidad. Más, en verano: fotos en Instagram de sonrisas perennes, escaparates de los bon vivant y wanderlust. Nada nuevo en la Red, salvo una mayor conectividad gracias a la convergencia tecnológica y más neófitos tecnológicos, antaño recelosos, que, tentados por el cuñado sabelotodo, deciden adquirir el último modelo de smartphone del mercado que incluye llamadas gratis (!) vía WhatsApp. Ah, y muchos selfies, selfies y más selfies... Pero confieso, mis estimados lectores, que he pecado: sé lo que es usar un palo selfie.

Adiós a un inolvidable verano.

Hola, septiembre. Nuevos comienzos, más retos. Exámenes.

Comenzamos una nueva temporada.