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Israel fue el país vencedor en el Festival de Eurovisión celebrado en Lisboa, que reunió más de 14000 personas en el Altice Arena durante la gran final del pasado sábado. La representante de israel, Netta Barzilai se impuso con un tema contra el acaso escolar y lleno de alegría
El LXIII Festival de Eurovisión, celebrado en la capital lusa los días 8, 10 y 12 de Mayo no dejó indiferente a nadie. Tanto en las dos semifinales como en la gran final, está edición tuvo un gran seguimiento en toda Europa e incluso en otros continentes como Oceanía, la cual está representada en este certamen con la presencia de Australia desde hace tres años. Esta edición de 2018, destacó por la gran variedad de géneros musicales, las originales escenografías y la gran calidad vocal de los artistas participantes; un festival divertido, lleno de luz y color. Por fin, se rompió con la dinámica de los últimos años de cantar en inglés, pues 13 de los 26 países participantes decidieron hacerlo en su lengua propia, lo que ya se conoce como el "efecto Sobral" (Salvador Sobral, el representante portugués de 2017, ganó el Festival cantando en portugués).
Entre los favoritos para imponerse este año estaban Chipre, República Checa, Estonia, Albania... pero sin lugar a dudas, la favorita era Israel, con su artista Netta, que interpretaba Toy, una canción divertida, alegre y llena de ritmo, con un mensaje contra el acoso escolar y claramente feminista. Toy decía en su estribillo: "I´m not your toy, you´re stupid boy"; o lo que es lo mismo "Yo no soy tu juguete, tu eres un chico estúpido". De esta manera, la representante israelí a través de su canción rechazaba ante toda Europa el bullying y abogaba por una sociedad igualitaria, donde se tendría que aceptar a todo el mundo independientemente de su condición física o sexual. Lo que está claro es que tanto, la originalidad de la canción como el mensaje que pretendía trasmitir conquistó a los eurofans situándola como la mejor de los 26 finalistas.
Entre los favoritos para imponerse estaban Chipre, República Checa, Estonia, Albania... pero sin lugar a dudas, la favorita era Israel, con su artista Netta, que interpretaba Toy
En el otro extremo, un año más España volvió a decepcionar. Los representantes españoles, Alfred y Amaia no estuvieron a la altura del festival; ni la escenografía (prácticamente inexistente), ni la interpretación de su tema destacó, más bien todo lo contrario, fue decepcionante. Una actuación plana, discreta y aburrida que colocó a nuestro país en el puesto 23 de la lista, con tan solo 61 puntos. Es hora de darse cuenta de que algo estamos haciendo mal.