El desembarco ilegal de 9.000 menores en lo que va del año 2014 suscita preocupación en Italia, que teme sean reclutados por la mafia o que sean víctimas de tráfico de órganos.

Según cifras de la organización humanitaria Save the Children, de 58.000 inmigrantes ilegales que han llegado este año por mar a Italia, 9.000 son menores de edad, de los cuales un tercio han hecho la travesía sin un acompañante adulto.

Los menores provienen en su mayoría de África y cruzan el Mediterráneo en pateras peligrosas y ponen sus vidas en manos de redes de traficantes sin escrúpulos.

La entidad humanitaria, que asiste a los indocumentados que llegan a las costas de Sicilia y Calabria, en el sur de la península, calcula que 3.160 menores sin acompañante llegaron entre el 1 de enero y el 17 de junio de 2014.

Una cifra que genera preocupación, según denunciaron este jueves representantes políticos de todas las tendencias durante un debate en el Parlamento para encarar el grave fenómeno.

Entre los menores, niños y adolescentes de menos de 18 años de edad, figuran también menores muy pequeños, con un promedio de cinco años de edad, que llegaron acompañados por alguno de sus padres, la mayoría sirios que huyen del conflicto en ese país.

El problema más alarmante, que ha sido denunciado también por organizaciones católicas, es el de los menores sin acompañante y sin recursos, que desaparecen tras su llegada sin que se conozca su paradero.

Varias organizaciones no gubernamentales piden al gobierno medidas especiales ante la posibilidad de que muchos de esos menores entren en el mercado de la prostitución, del tráfico de droga e inclusive de órganos.

Miles de inmigrantes han muerto en el último decenio en el Mediterráneo intentando entrar al continente en busca de una vida menor.

Italia puso en marcha un dispositivo de control marítimo tras dos dramáticos naufragios frente a la isla de Lampedusa en octubre pasado, en el que se ahogaron más de 400 indocumentados.

Debido a la llegada del verano, la oleada masiva de inmigrantes que huyen del hambre, la violencia y la guerra ha resurgido.

Italia pide a la Unión Europea (UE) y a los países del norte del continente mayor solidaridad de cara a los esfuerzos que realiza para salvar a indocumentados y refugiados.