Los acontecimientos en Venezuela donde el gobierno socialista masacra impúdicamente a su pueblo una vez más, tienen la virtud de demostrar a la luz pública el asqueroso cinismo de la izquierda que dice condenar unas actitudes en los gobernantes de tendencia opuesta a la suya, pero las alaba y defiende sin ruborizarse cuando ocurren de parte de los gobernantes de su propia tendencia.

No importa para nade que el chavismo se halla saltado de golpe y porrazo todas las reglas de la continuidad democrática latinoamericana enquistándose en el poder desde 1999 lo cual en un régimen presidencialista es un atentado a la democracia, no importa que Venezuela atraviese una crisis de inseguridad inviable en una sociedad civilizada y que los muertos por la delincuencia se cuenten por miles, no importa la escasez, las colas y mucho menos que los recursos venezolanos sean empleados para el sostenimiento de una cruzada ideológica en vez de para mejorar la calidad de vida de sus legítimos propietarios. Para el progre la culpa es toda del Imperio, de la CIA, del sionismo, de los Iluminatti, de cualquiera menos del impoluto socialismo del siglo XXI. El pueblo indignado que sale a las calles a luchar y si es necesario morir por sus ideales son todos una horda de fascista, porque para la mente cuadrada de un progre no puede ser democrático nada que se oponga a la consolidación de su utopía socialista.

Una muestra del cinismo izquierdista A la caviarada y sus amigos no le interesan los hechos para nada, les interesa el discurso y si en la practica el socialismo y sus variantes han causado más de 100 millones de muertos, a la progresía le importa un pepino causar pavimentar el camino a su utopía con la sangre y los huesos de otros mil millones más. No es nada nuevo lo que estamos viendo, ayer callaron las atrocidades de Stalin y Mao, convirtieron en un ídolo a un asesino confeso como el Che Guevara, hacen mutis ante la satrapía de los hermanos Castro. Hoy la hipocresía de la izquierda queda expuesta a viva luz una vez más para que los más jóvenes a los que suelen engatusar, la puedan ver y oír en su justo resplandor.

La izquierda sigue siendo la misma de siempre, le importa un rábano la democracia, lo que anhela es el poder para construir su supuesto paraíso y que se jodan los que no estamos de acuerdo porque ellos, los iluminados saben lo que es mejor para todos y los demás son fascistas, agentes de la CIA sin una cuota de humanidad y por ende sin derecho a los derechos humanos; esa y no otra es la verdadera izquierda que alaba a coro a Maduro y su patrón Fidel. Estamos avisados.

Iván Budinich Castro ivanbudinich@yahoo.com @ibucas