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Los estudiantes garabatean en sus cuadernos. Este texto intenta dar una opinión personal acerca de la lectura en la educación actual
Amigos míos: ¿Somos lectores por simple naturaleza: inventamos palabras, vociferamos línea por línea y jugamos con los tiempos verbales? Pero, en realidad, ¿Sabemos cómo leer?, leer nos ofrece un trabajo de introspección en donde el individuo se torna en sentimiento. Leer y escribir son tareas acervas. La lectura, por lo tanto, es uno de los trabajos más difíciles. La educación conduce actualmente a la lectura por senderos indeseados, la educación basada en políticas neoliberalitas. El dinero es el sello de la comprensión. La grandiosa sopa de letras pierde su sabor y la información es transfigurada: la información cumple un papel muy importante, la información concede las raíces. Por lo tanto, la interpretación y conceptualización mal usada sería un error. Los mayores problemas de la educación: la falta de pasión, la información mal concedida, la historia como pata de sostén que nunca cambia y la falsedad con fachada de verdad y la melancolía llena de tristeza ¿Por qué no de alegría? La palabra en unión con otras palabras concede algunas veces, un parágrafo de la más bella simetría. —La Verdad que concepto tan grande aunque, mal usado. —, — ¡La verdad! —. Pero, en la verdad solo hay “perfección” en este ciclo de tiempo, tal vez, sí. ¿Pero, las más bellas narraciones que constituyeron una verdad en la historia?, en la escuela cuando saltábamos por el camino de la niñez, solo existía una verdad: religión y en algunas ocasiones la ciencia. — ¿Por qué la ciencia? —, quien no recuerda aquella frase: — verosimilitud, pero no verdad; apariencia de libertad pero no libertad; a causa de estos dos frutos, el árbol de la ciencia no corre el peligro de ser confundido con el árbol de la vida — (El viajero y su sombra, F.Nietzsche), la verdad debería ser múltiple por el simple hecho de ser considerada así en primer instante. —El lector un individuo sin rumbo, en donde concepto por concepto lo atormentan, no sabe dónde ir —, la mayoría de los lectores estamos sumergidos en este fango. En donde la alegría calla y la sonrisa se encoleriza. La alegría se construye con pluralidad, esfuerzo, y realidad. La pedagogía del desierto: sin libros, sin juegos, sin maestros frecuentemente con una verdad ortodoxa. El maestro: el gran martillo que golpea cabezas con conceptos memorísticos, los libros: jeroglíficos o simbólicos ininteligibles, la verdad: universo con ninguna alegría, confianzuda, egocéntrica y venenosa. El génesis de la lectura, se podría cimentar con la lucha, satisfaciendo nuestro deseo por leer, volverán las frases a nuestra mente y la educación fomentará pensadores grandes “artistas de las letras” y recordaremos que la alegría es sinónimo de amor, pasión y colectividad. Y al siguiente día; las tinieblas verdad absoluta (“mítica, ascética o científica”) se disiparán. La mejor forma de aprender es volver a nacer y no tener en nuestra mente ningún recuerdo. Actualmente, la base de la educación: la historia en donde se reproduce el error, la participación entre el docente y el alumno se transforma en terror, la democracia es solo una palabra nula, vacía, y triste, y el gobierno construye carbón y no diamante ¿no son parientes próximos estos? La lectura mantiene lazos y cadenas con nuestro ser en donde la oculta llave se llama verdad y alegría; las cadenas del condenado llaman en la noche y dicen: —Política, ciencia, educación y mundo, son mis nombres, los grandes cómplices —. La lectura no es obligatoria sino voluntaria, la pasión es la bebida de la humanidad. Los estudiantes leerán página a página, arraigando la hermosa sonata y viviendo en la seducción del autor. Al fin y al cabo, Quisiera invitar al lector a los cementerios de la mala educación, en donde florecerá después de la destrucción, la educación.
La pedagogía del desierto: sin libros, sin juegos, sin maestros frecuentemente con una verdad ortodoxa