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Líderes máximos anticapitalistas

19/12/2012 14:30 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Autor: Elena Valero Narváez Fuente: laprensapopular En algunos países de América Latina han llegado al poder, vía elecciones, personas con pretensiones autoritarias y anticapitalistas. En Venezuela y Ecuador se han consolidado y en Argentina se ensaya el mismo camino.

La influencia del modelo cubano es notoria. La acumulación de poder en Cuba llegó con la Revolución, en 1959, en cambio en Ecuador, Argentina y Bolivia se fue dando a partir de elecciones supuestamente democráticas.

Las ideas, motor de la historia, son el motivo fundamental de que personas como Hugo Chávez, Rafael Correa y Cristina Kirchner, se arriesguen a pasar por encima de las leyes en el intento de crear al "hombre socialista".

Lenin, Stalin, Castro, Mao y otros líderes del mundo ambicionaron llevar la fantasía del socialismo-marxista a la realidad. Fue imposible lograr el ideal de vivir en un paraíso comunista: "De cada quien según su capacidad, a cada quien según sus necesidades" Se pensaba que el Estado se debilitaría hasta el punto de que cada uno recibiría una recompensa social de acuerdo a sus necesidades y cada uno cooperaría según sus capacidades sin que fuera necesario ningún estimulo. image El anticapitalismo jamas cambia, prometen el cielo y dan el infierno

Imagen: anticapitalistas

Por el contrario, a esta idílica visión, Fidel Castro, en 1971, promulgó una ley en contra de los 400.000 "parásitos del país" y estableció penas de seis meses a dos años de trabajo forzado en "centros de rehabilitación" para quienes fueran señalados por vagancia, desidia, o ausentismo habitual, en el trabajo o la escuela.

La pretendida e idealizada sociedad donde el hombre decidiera que iba a hacer hoy y mañana, libremente, fue transformada en una sociedad militarizada por métodos compulsivos.

La colectivización de Stalin y de Mao, en pos de la industrialización, fue un fracaso demasiado costoso. Rusia, antes de que los comunistas llegaran al poder, era un país que contaba con capital extranjero para el desarrollo de sus industrias y miraba el modelo occidental de desarrollo. La revolución de 1917 la llevó a la adopción del modelo comunista.

El 19 de agosto de 1934 la mayoría de los alemanes reconocieron a Hitler como jefe de Estado. El nacional-socialismo se inspiró en sus métodos en la URSS. La mayoría de los generales le recomendaron no exponerse al riesgo de una guerra, pero el líder máximo, probó sus fuerzas en España ayudando a los nacionalistas.

Envió asesores militares, aviones, aparatos de reconocimiento, personal de tierra, artillería pesada y antiaérea, también material de comunicaciones. Demás está recordar la completa destrucción de Guernica por una escuadrilla de bombarderos alemanes, violando las leyes de guerra de la Haya seguidas por las naciones civilizadas. Todos sus envíos fueron pagados en oro. Probadas las armas en España, desencadenó la Segunda Guerra Mundial.

Como Napoleón, también Hitler ensangrentó y empobreció a toda Europa.. Fue uno de los "líderes máximos" de la Historia: concentró todo el poder en sus manos. Los empresarios fueron sus títeres.

En Inglaterra, después de la Segunda Guerra, los laboristas creyeron en el Estado de Bienestar. Fue nacionalizada una gran parte de la industria británica, pensaron que el Estado podía invertir mejor que los empresarios privados.

La idea de que el Estado puede distribuir mejor la riqueza llevó a restarle valor al sector privado no siendo decisiva la competencia, ese esencial método de cooperación para mejorar la producción y definir valores.

En la Argentina se gobernó con las mismas ideas durante el gobierno de Perón. Estos regímenes estatistas, proteccionistas y nacionalistas fueron críticos del capitalismo.

Los llamados milagros, alemán, italiano, japonés, ocurridos después de la Segunda Guerra, fueron consecuencia de la adopción voluntaria, o impuesta, en el caso de Alemania y Japón, del modelo capitalista. Sin embargo, no son tenidos en cuenta a la hora de solucionar crisis mucho menos graves que una guerra.

Tampoco el milagro argentino que nos incluyó entre los países mas avanzados de la Tierra en calidad de progreso, a principios del Siglo XX, es considerado por el gobierno. Por el contrario, hay una marcada tendencia a desprestigiar a grandes presidentes como fueron Roca y Sarmiento y, a encumbrar, en cambio, la dictadura de Rosas.

No es difícil, mirando atrás, ver como la mejor manera posible de prosperar en paz, es mediante el sistema democrático-capitalista. El sistema que los socialistas consideran explotador de los pobres es el que ha creado progreso material y espiritual en el mundo. El capitalismo no funciona bien si no existe un clima de paz, de respeto por las normas, de libre información y con una sociedad civil fuerte y un Estado garante de la normatividad.

Los líderes máximos que quieren acaparar todo el poder llevan a decisiones erróneas y por lo general terminan militarizando a la sociedad. La necesidad constante de controlar a las personas, típica de gobiernos autoritarios, resulta muy cara y los resultados los tenemos a la vista: el fracaso de los regímenes totalitarios y autoritarios y el de las social-democracias.

Si no existiera la creación y acumulación de riqueza, producto de la producción masiva y la expansión de los mercados, características del capitalismo, seríamos pobres. Lo son países de África, Asia o el Caribe, donde no aceptan este sistema y por lo tanto, no hay respeto por la autonomía de las personas, ni justicia que respalde el estado de derecho, condición necesaria para su perduración y buen funcionamiento. Muchas veces, se olvida que la creación de todo tipo, material y espiritual, reposa en la espontaneidad de las interacciones humanas. El mercado surgió de ellas.

Hay un antídoto para evitar dictaduras y malas decisiones económicas. Es el fortalecimiento de la sociedad civil. Impide la concentración del poder gubernamental que haya empresas grandes y pequeñas, asociaciones de todo tipo, que no tengan ligazón con el Estado. También, partidos políticos con programas alternativos al del Gobierno. Pueden, además, mostrar los resbalones de quienes gobiernan, mediante los medios que la democracia ofrece, como es, por ejemplo, la prensa libre. Esto hace que el gobierno esté acotado y cumpla con su papel de garantizar, a todos, los derechos civiles, sin los cuales, la vida se hace insoportable y pasamos a ser marionetas del Gobierno.

Si bien el liderazgo es necesario, cuando funciona la democracia se hace menos importante porque el poder está repartido y, tanto las sucesiones, como los conflictos políticos, se resuelven en un ambiente de paz, dado por la estabilidad institucional.

China de Mao, Cuba, Corea del Norte, la experiencia de la URSS y los países que estuvieron detrás de la Cortina de Hierro, dan cuenta cabal del fracaso de la experiencia socialista. En cambio, los países capitalistas como Alemania, Estados Unidos, Taiwán, Corea del Sur, Holanda, Bélgica, entre otros, aún con sus desvíos, nos permiten observar que la calidad de vida es infinitamente superior, con una economía libre y un gobierno limitado, sometido a la supremacía de la ley. Desmienten las predicciones anticapitalistas.

Originalmente en: InformadorPublico.com


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Autor:
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Fuente:
catarsisyharakiri.blogspot.com
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